ENSENADA
Chateaba por Facebook con una niña y le pedía fotos “más sexies”
La damnificada es nieta de su amigo y le decía que tenía que borrar toda la conversación para que “no la reten”. La madre de la menor se enteró y se hizo pasar por ella para descubrirlo.
na vecina de la ciudad de Ensenada vivió un dramático momento al enterarse que un hombre mayor le escribía mensajes privados a su hija menor de edad y que, además, este le pedía que le enviara fotos. Todo comenzó hace semanas, pero se conoció ayer luego de que la madre se enterara de lo ocurrido y decidiera hacerse pasar por la pequeña.
Según denunció la propia mujer, su hija le contó lo que pasaba y le dijo que un hombre mayor, que es amigo de su abuelo, le escribía por Facebook. El hombre primero se mostraba amistoso, como si charlara con un familiar, pero luego fue cambiando cada vez más su tono hasta que mostró sus intenciones cuando comenzó a pedirle fotos.
“Me gustaría más sexy”, fue lo que le dijo el individuo luego de que la madre de la menor (haciéndose pasar por ella) le envíe una foto que solo mostraba el rostro de la niña para ver cuál era su respuesta. Cabe mencionar que, según puede verse en los mensajes, el implicado le pedía varias veces que le prometa que iba a “borrar todo el chat” porque, según él, no quería “que la reten”.
“Me enteré porque mi hija me contó que este tipo le decía de hablar cuando estén todos durmiendo”, comenzó diciendo la madre de la menor en diálogo con Trama Urbana, y luego agregó: “Entonces empecé a hacerme pasar por ella para ver hasta dónde llegaba”.
En lo que respecta a cómo el depravado contactó a la menor, la madre de la chica dijo que “es amigo del abuelo y de su pareja. Se juntaban siempre a comer, iba a reuniones”. La mujer siguió conversando con el individuo, hasta que este comenzó a pedirle fotos de cuerpo entero.
Cabe mencionar que por el momento la mamá de la menor, que tiene unos 12 años, decidió no hacer la denuncia ante las autoridades debido a que teme por el bienestar de asu hija y de cómo esto pueda afectarle.
“Prometeme que si seguimos charlando no le vas decir a nadie”, es lo que más se lee en las conversaciones, al tiempo que el sujeto iba a borrando cada uno de los mensajes que había enviado, aunque ya era tarde, porque la madre de la niña había realizado capturas y pudo reunir la evidencia de los hechos.