“Es una lástima tener que agradecer que no me hicieran nada”
Así lo expresó un jubilado de 78 años que sufrió una entradera por parte de tres malvivientes armados en su hogar, ubicado en 58 entre 27 y 28
Pasadas las 6 de la mañana de ayer, un jubilado de 78 años fue sorprendido por tres delincuentes que ingresaron por la fuerza en su propiedad, la cual se encuentra en 58 entre 27 y 28. Los maleantes se llevaron 5.000 pesos en efectivo y varios objetos de valor, entre ellos un televisor LED y una notebook.
“Me fui a acostar a eso de las 2, pero como estuve todo el día con la presión alta me había tomado un calmante”, relató a Trama Urbana el damnificado, identificado como Pascual Pamassio, quien además agregó: “De repente me despertó un ruido en la puerta, pero antes de que pudiera ir a ver qué pasaba ya tenía un tipo adentro de la pieza”.
El hombre afirmó que el malviviente lo obligó a salir de la habitación y lo llevó al pasillo. Allí, pudo observar que dentro de su propiedad había otros dos maleantes, quienes estaban revisando el lugar y guardando objetos en unos bolsos. A su vez, detalló que por lo menos uno de ellos estaba armado y que no pudo “verles el rostro porque tenían las caras tapadas con pañuelos y también tenían puestas gorras”.
“Todo el tiempo me insultaban y me decían que me quedara quieto. Colaborá y portate bien, no te vas a hacer cag... a palos, me dijo el que estaba armado”, comentó el jubilado. Cabe destacar que en la vivienda también vive la hija del hombre, quien despertó cuando los ladrones ya habían reducido a su padre: “Como ella tiene la pieza lejos no escuchó cuando forzaron la puerta, pero se despertó por el griterío y vino a ver. Entonces me vio arrodillado y se dio cuenta de lo que estaba pasando”.
Por suerte para la mujer, los sujetos ya estaban por huir de la casa cuando se hizo presente, por lo que no se violentaron con ella. “Como ya habían agarrado varias cosas empezaron a irse. No salgas afuera o te pego un tiro, me dijo uno de ellos. Yo esperé a que se fueran y me asomé, pero no puede ver mucho. Me pareció ver que se iban en un auto de color claro”, aseveró el jubilado.
En lo que respecta al botín con el que se hicieron los delincuentes, el damnificado aseguró que “se llevaron un plasma, un celular, una agenda electrónica, una notebook y varios objetos de valor. Cuando se fueron me puse a inspeccionar la entrada y me di cuenta de que a la puerta la abrieron a patadas, todavía está la marca del zapato”.
Por último, consultado sobre si había sufrido un robo con anterioridad, el hombre respondió: “A mí no, pero conozco muchos vecinos que les ha pasado. La zona es insegura. Por suerte no se violentaron y se fueron rápido. Es una lástima tener que agradecer que no me hicieran nada”, finalizó.