Estranguló y golpeó a su exmujer hasta matarla

Tras el femicidio, el hombre, que tenía una restricción perimetral, apareció muerto en un campo con un disparo en la boca. Los investigadores analizan si se suicidó

Una mujer fue encontrada asesinada en las últimas horas en su casa, con signos de ahorcamiento. Los investigadores creen que el crimen fue cometido por su expareja, quien ya tenía antecedentes de violencia contra ella y fue encontrado muerto de un tiro en un campo, en un aparente suicidio.

Fuentes policiales informaron ayer que Paola Heredia (38), quien tenía tres hijos, fue encontrada sin vida anteayer en una de las habitaciones de su casa de la localidad puntana de Quines, ubicada 150 kilómetros al norte de la ciudad de San Luis.

Mario Ochoa, subjefe de la comisaría local, explicó que el cadáver fue hallado por un tío de la víctima, quien concurrió a su vivienda porque durante el mediodía del domingo tenían planea­do almorzar en familia y Heredia nunca llegó.

Tras las primeras investigaciones, los pesquisas fueron en busca de su ex, Cristian Aballay (37), pero cuando dieron con él cerca de las 18 del mismo día ya nada podía hacerse: estaba a 12 kilómetros de la casa de Heredia, con un disparo en su boca de una carabina calibre .22, la cual estaba apoyada sobre sus piernas. La principal sospecha es que asesinó a su ex y, luego, se dirigió a ese campo para suicidarse.

Denuncia previa 

Según Ochoa, la damnificada ya había denunciado al hombre por violencia de género en enero del año pasado. Por ese motivo, él tenía una restricción de acercamiento desde junio, pero calificados voceros indicaron que había violado en varias ocasiones dicha prohibición.

Ahora los pesquisas intentan determinar la hora de la muerte, que estiman que fue el sábado por la noche, ya que ella se encontraba arreglada como para salir. Su cuerpo, que fue sometido a la autopsia de rigor, presentaba signos de ahorcamiento y golpes.

Heredia era empleada en la planta de reciclado de la zona y tenía tres hijos de una pareja anterior, que en la actualidad radica en el sur del país.

Apenas se conoció el hecho, vecinos de Quines convocaron a una marcha en contra de la violencia de género en la Plaza Lafinur, mientras que la fiesta de Carnaval programada para el domingo por la noche fue suspendida.

Según testimonios de frentistas y familiares, el sindicado agresor era un jornalero que golpea­ba a la mujer y había amenazado con matar a toda su familia.