Hartos de la inseguridad los vecinos de Los Hornos realizaron una marcha

Cansados de los robos diarios y de la impunidad, se reunieron en avenida 66 y 143 para reclamar mayor presencia policial.

Los vecinos de Los Hornos se cansaron de la inseguridad que los azota y volvieron a manifestarse, nuevamente pidiendo lo mismo, ya que nadie los escucha: más cantidad de patrulleros y policías en las calles, que están copadas por los ladrones.

“Esta semana hubo entre dos y tres robos por día”, se lamentó uno de los organizadores de la marcha, que se llevó a cabo ayer a las 18 y tuvo como punto de partida la esquina de 66 y 143. Y agregó: “Acá no hay banderas políticas, sino que somos vecinos cansados de la inseguridad. Llegó un momento que dijimos basta, y la forma que tenemos de hacerlo visible es saliendo a la calle. En Los Hornos vivimos peor que nunca, nada cambió en tema de seguridad. Las promesas de los funcionarios quedan solo en promesas. No hay patrullajes, nada. Salís de la (avenida) 137 y no ves un solo policía. Debe haber 10 en todo Los Hornos”.

Ante eso, los frentistas organizaron para ayer una marcha bajo el lema: “Corte en avenida 66 y 143 pidiendo seguridad. Tenemos mucho para reclamar. No se puede seguir viviendo así. Basta hornenses”.

Otros asaltos

El delito no se detuvo y en otros puntos de la ciudad hubo que lamentar más incidentes, todos impunes ya que los agentes de seguridad no lograron capturar a ninguno de los implicados.

Por un lado, dos hampones forzaron el acceso a una vivienda de 185 y 84 y ganaron el interior. En cuestión de segundos, se alzaron con diferentes elementos de valor y se dieron a la fuga. Pese a que una cámara de seguridad registró el incidente delictivo, hasta el cierre de esta edición las autoridades no habían podido dar con los autores del suceso.

A su vez, un empleado de Pedidos Ya volvió a ser blanco fácil de los cacos, cuando fue abordado por dos motochorros en City Bell, más precisamente en 27 entre 464 y 465. Los malvivientes se movilizaban en un rodado Honda Wave y persiguieron a la víctima, mientras cumplía con sus funciones laborales. Una vez que lo alcanzaron, lo tiraron de la moto y lo amenazaron con un arma de fuego.

Desesperado, el damnificado empezó a gritar, los vecinos del lugar salieron a auxiliarlo y los delincuentes escaparon, sin llegar a llevarse nada. El hermano de la víctima indicó: “Siempre hay robos por esta zona y no pasa un solo patrullero. Varios delivery tienen que lidiar cotidianamente con estas cosas en su trabajo”.

Un lugareño le dio la razón y puntualizó: “Hay muchos ataques de motochorros, que siempre están armados. Esto es tierra de nadie, más de noche, donde ni siquiera hay buena iluminación. Nadie hace nada por nosotros”.

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