La Corte confirmó la sentencia al condenado por el crimen del fotógrafo

La Suprema Corte de Justicia bonaerense confirmó la condena de 15 años de prisión al biólogo Hugo Castillo, quien en 2017 había sido llevado a juicio por el homicidio del fotógrafo platense Alfredo Galeano, ocurrido durante la noche del 10 de junio de 2014, en calle 37 entre 3 y 4.

Luego de que la Sala VI del Tribunal de Casación provincial ratificara la pena impuesta al causante, así como la negativa al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, el abogado Ulises Sacella interpuso una queja ante la Suprema Corte. Sin embargo, fue rechazada por improcedente.

Según el fallo del máximo tribunal provincial, la defensa “dedicó sus esfuerzos a esgrimir la configuración de un exceso en el juicio de admisibilidad negativo desplegado en aquella instancia (Casación), supuesto que no se observa en el caso”, señalaron los ministros de la Suprema Corte.

En este sentido, los magistrados explicaron que “el órgano intermedio no se expidió sobre el acierto o desacierto” de lo expuesto por el abogado, sino, simplemente, alegó sobre los motivos por los cuales rechazó el recurso que había interpuesto Sacella, y con los cuales coincidieron los jueces de la Suprema Corte.

El juicio

Luego de las audiencias de debate oral, a fines de septiembre de 2017, el Tribunal Oral en lo Criminal n° 2 de La Plata condenó –por mayoría– a 15 años de cárcel al acusado. En su voto, el juez Claudio Bernard sostuvo que el día mencionado, aproximadamente a las 23, el imputado “abordó a Galeano en momentos en que este arribaba a su domicilio, aprovechándose de su estado de indefensión producto de encontrarse solo en una zona muy poco iluminada, y efectuó disparos con un arma de fuego de grueso calibre”.

Para el magistrado, dos de esos proyectiles impactaron en la víctima y acabaron con su vida. Entre otras pruebas, Bernard tuvo en cuenta el relato de la mujer de Galeano, Eleonora Ferrario, quien recordó que el día en que falleció su marido lo notó “muy raro durante toda la jornada y también días previos. Estaba callado y nervioso”.

Ese 10 de junio, alrededor de las 21, el fotógrafo fue a llevar un CD con imágenes a la casa de una clienta, Jimena Rocha, con quien había mantenido una relación sentimental durante seis meses. Luego, el reportero gráfico volvió a su domicilio y, antes de ingresar, fue atacado a balazos y murió.