La familia del hombre asesinado que quisieron hacer pasar por muerte natural exige justicia

Dijeron que todavía nadie se comunicó con ellos. “Fuimos a hablar con la Policía, porque ocultaron lo que pasó”, relató un familiar.

Continúa la investigación para determinar quién mató a Héctor González, el hombre de 68 años a quien iban a enterrar como muerte natural pero que en realidad había sido asesinado.

Ayer se manifestaron sus familiares. En ese sentido, su hermana Gladys dijo: “No nos informaron nada nuevo pero queremos saber la verdad y que se haga justicia”.

Recordemos que la víctima se encontraba internada desde hacía tres años en la clínica neuropsiquiátrica Santa Teresa de Ávila, situada en la calle 61, entre 1 y 2, donde el viernes falleció. Las autoridades se comunicaron con la familia diciéndole que su deceso había sido “no traumático” y que el cuerpo había sido hallado tirado en el baño de la institución.

Entregaron el cuerpo con un certificado médico donde rezaba que la muerta había sido “natural” por una “falla cardíaca” y los allegados organizaron un velorio en la cochería de 12 entre 68 y 69. Gisela, sobrina de Héctor, contó que en el mismo “mi tía se acercó y le descubrió las marcas (en el cuello). Llamamos a una médica para preguntarle si se las había visto pero dijo que lo había revisado, que le habían hecho RCP pero que las marcas no las había visto. Y eran muy notorias”. En ese sentido, indicó que el fallecido, aún dentro del cajón, tenía “la camisa prendida hasta el último botón”.

Dijo que “mi hermana fue a abrirle la camisa porque la tenia toda cerrada y ahí descubrió una marca en el cuello. Fuimos a hablar con la Policía, porque ocultaron lo que pasó. Vinieron dos médicas al velatorio y dijeron que ellas no habían visto las marcas”.

La investigación

A partir de ese momento, ya con la intervención de la fiscalía en turno, se retiró el cadáver para ser sometido a una operación de autopsia. En la misma se determinó que al hombre lo habían matado mediante asfixia mecánica, por lo que se abrió una causa por “homicidio”.

Gisela agregó: “No fue como nos quisieron contar. La autopsia no deja lugar a dudas, dice muerte por comprensión (asfixia). Alguien tuvo la intención (de matarlo)”. En ese sentido, reclamó: “Saber quién lo mató y por qué, pero nadie nos está dando respuestas, menos la clínica. Él estuvo tres años internado sin problemas”.

Por último, exclamó: “No sabemos nada, no sabemos quién firmó el certificado de defunción, todavía nadie de la Justicia se comunicó con nosotros. Pero los de la clínica están al tanto porque además de la autopsia fueron a hacer pericias al lugar. No tenemos ninguna hipótesis y queremos saber la verdad, porque él estaba bien”.

La UFI número 2 que analiza lo sucedido busca establecer si en el centro médico en el que González estaba internado hay cámaras de seguridad y si existieron responsabilidades del médico que firmó el acta de defunción. Por lo pronto, llamó a declarar como testigos al personal que trabaja en el centro asistencial.

“Una vez que contemos con mayores elementos de prueba es probable que se cite a algunas personas a indagatoria”, explicó una fuente judicial.

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