Desconocidos entraron a la vivienda mientras su dueño se ausentó por unas horas y se alzaron con pesos, dólares y otros elementos de valor.
En el marco de la ola de robos que azota en nuestra ciudad, se registró un nuevo episodio de inseguridad. Esta vez bajo la modalidad conocida como “escruche”, un grupo de desconocidos ingresó a una vivienda ubicada a escasas cuadras del hospital San Juan de Dios y, tras permanecer durante varios minutos en su interior, escapó con un jugoso botín.
El hecho ocurrió a plena luz del día en una propiedad de las calles 69 y 30, cuando el hombre que vive allí se retiró de su domicilio entre las 17.30 y las 18. Esta situación fue aprovechada por los delincuentes que enseguida se metieron a la finca luego de forzar uno de los accesos y, una vez allí, empezaron a revolver todos los cajones que se encontraron a su paso.
Teniendo en cuenta que, de acuerdo a lo que trascendió, los hampones entraron prácticamente después de que el damnificado se fuera, se presume que los ladrones pudieron haber realizado tareas de inteligencia. De esta forma, se cree que se quedaron en las inmediaciones esperando a que el inmueble quedara vacío para ejecutar el golpe.
Para ingresar, los malvivientes utilizaron una barreta con la cual vencieron la resistencia de la puerta principal. Luego de recorrer cada rincón, los sujetos se alzaron con una gran cantidad de dinero en efectivo y escaparon con rumbo desconocido, sin ser identificados. De todos modos, se supo que, al momento de la huida, un oficial que estaba de civil estacionó su auto en la misma cuadra y vio el instante preciso en el que los sospechosos salían de la casa.
Buscan a los delincuentes
En este sentido, se estima que fueron entre tres y cuatro los individuos que actuaron en el robo, quienes tenían sus rostros descubiertos, aunque utilizaron guantes para no dejar huellas. En cuanto al botín, se alzaron con unos 500.000 pesos y unos 1.500 dólares, lo que en moneda nacional significa una suma que ronda los 1.700.000 pesos.
Pero, además, también se llevaron un televisor, una bicicleta rodado 27, un parlante de música, una balanza digital y un par de anteojos para ciclismo, objetos que cargaron a una camioneta utilitaria y se dieron a la fuga perdiéndose entre las calles del barrio, por lo que son intensamente buscados.