Dos detenidos por el asesinato del policía en Caseros
El subcomisario Rodrigo Becker fue baleado en la vereda de su casa por dos delincuentes que le robaron una moto.
Hace más de dos años la víctima sufre un calvario que se agravó en las últimas horas, luego de que los acusados intentaran agredir a la familia dueña de la finca.
14/10/2021 - 00:00hs
Desde hace más de dos años, una mujer de 56 años vive un calvario constante, luego de que la pareja a la cual le alquilaba una casa en la localidad platense de Los Hornos le usurpara la vivienda y se negara a irse.
Esa situación se agravó en las últimas horas, cuando los acusados intentaron agredir a la hija de la víctima, además de amenazarla de muerte.
La historia comenzó en el preciso momento en el que las dos personas empezaron a vivir en la finca que está ubicada sobre la calle 133 entre 70 y 71, a escasas cuadras del cementerio. Sin embargo, de un día para el otro su actitud cambió hacia la propietaria, a quien a los gritos le advirtieron portando un arma de fuego que era patovica y que tenía contactos políticos.
Esa fue la forma que encontró uno de los implicados de notificarle que se quedaba con la casa, además de hacerle saber que también tenía amigos dentro de la Policía. Si bien en todo este tiempo solamente fueron intimidaciones que no pasaron a lo físico, eso se modificó luego de que después de una de las tantas discusiones, el sujeto intentara agredir a la hija de los dueños del inmueble.
Eran cerca las 12 del mediodía, cuando los dos usurpadores se aparecieron en la propiedad en la que vive la chica, que está ubicada en el mismo terreno, con intenciones de atacarla. Afortunadamente pudo accionar el botón antipánico que la salvó y luego se dirigió junto a sus padres a realizar la denuncia correspondiente en la comisaría Tercera.
La situación empeoró
En el momento preciso en el que estaban en la seccional, escucharon por la radio de los efectivos que había una disputa justo en el domicilio y que la mujer que le ocupó la casa quería apuñalar a su nieto de 17 años. Por tal motivo, salieron desesperados de la dependencia para ir a poner a resguardo al joven, en una situación conflictiva que empeoró.
Después de la intervención de los agentes de seguridad, las aguas se calmaron y parecía llegar la tan ansiada tranquilidad. Sin embargo, de acuerdo a lo que le comentó la damnificada a Trama Urbana, por la noche continuaron las amenazas al adolescente y a un amigo suyo, a quienes les dijeron que los iban a matar si los veían caminando por la calle.
Pasaron más de dos años, en los cuales la víctima ya realizó contadas denuncias y la causa quedó en manos de la UFI 6, pero sin avances significativos. Mientras espera que la justicia intervenga, la mujer tiene que vivir en una finca prestada a una cuadra de la suya, con el temor de que las intimidaciones se conviertan en realidad.