Operativos en Meridiano V dejaron tres detenidos
Los detenidos fueron trasladados a la dependencia policial y puestos a disposición de la Justicia.
Los jueces de alzada valoraron como agravante la violencia de género de Ariel Báez hacia las víctimas. Los hechos ocurrieron en julio de 2017 en Punta Lara.
16/03/2023 - 00:00hs
La Sala V del Tribunal de Casación bonaerense confirmó la pena a prisión perpetua que Ariel “Papu” Báez (30) recibió en diciembre del 2021 por robo, violación y femicidio a Emma Córdoba (26) y por abuso sexual e intento de asesinato de su amiga, Ana Laura González.
“La violencia de género implica cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”, así como “las amenazas de cometer esos actos, constituyendo no solamente una violación de los derechos humanos, sino también una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres”, sostuvo el juez Ricardo Maidana.
En este sentido, el magistrado afirmó que “frente a este tipo de violencia, es necesario aplicar una perspectiva de género, reconociendo que los patrones socioculturales y las relaciones históricamente desiguales han generado la violencia contra la mujer en todas sus formas”.
Controlador y posesivo
“Coincido con mis colegas del Tribunal anterior en que el accionar de Báez reflejó la perpetración de las violencias típicas que tienen lugar en razón de la condición de mujer de las víctimas y que están enumeradas en el artículo 5 de la Ley 26.485. En ejercicio de una posición de poder facilitada en el caso por la utilización de un arma de fuego, (el imputado) abusó sexualmente de sus víctimas, las privó de su libertad atándolas, las golpeó salvajemente e intentó prender fuego, para luego dejarlas abandonadas a su suerte mientras se incendiaba parte de la casa”.
Los camaristas Maidana y Víctor Violini también destacaron la personalidad del condenado: “Si bien el carácter violento de Báez fue reseñado por varios testigos que lo conocían, se destaca en este punto ese aspecto de su personalidad puertas adentro mencionado por quien era su concubina al tiempo de los hechos. No sólo habló de que el sujeto era una persona controladora, celosa y posesiva, sino que narró un hecho de abuso sexual con acceso carnal acaecido horas antes de los sucesos ocurridos en la casa lindera”.
“Incluso si nos paramos sobre la hipótesis de que la presencia de Báez en la casa de Emma tenía que ver con un presunto conflicto con el novio de ella, la violencia desatada por aquél no hace más que confirmar su desprecio por las víctimas en su condición de mujeres, a quienes denigró y utilizó como medio para llevar a cabo un acto de venganza”, sentenciaron.