Mató a su compañero de trabajo y lo enterró en un horno de ladrillos
La autopsia determinó que el hombre falleció como consecuencia de un traumatismo encéfalo craneano grave con un objeto contundente que le provocó una fractura.
El cuerpo de un hombre de 60 años que había sido asesinado fue encontrado enterrado en un horno de ladrillos y por el crimen detuvieron a un compañero de trabajo.
Se trata de Benito Quispe, de nacionalidad boliviana, cuyo cadáver fue hallado debajo de un montículo de tierra, en un sector rural de la localidad de Máximo Paz, próximo al cruce de la Autopista Ezeiza–Cañuelas y la calle Suiza.
Fueron los compañeros del hombre los que observaron la presencia de una pierna que sobresalía del montículo y llamaron al 911. Al llegar al lugar, la Policía comenzó el trabajo de remoción del cuerpo de Quispe, quien era común que faltara durante varios días y por eso no les llamó la atención no haberlo sido visto.
La autopsia determinó que el hombre falleció como consecuencia de un traumatismo encéfalo craneano grave con un objeto contundente que le provocó una fractura. “Se logró determinar que tenía una situación de enemistad con uno de los empleados del horno, que no era visto desde el miércoles”, precisó un pesquisa.
El personal policial aprehendió entonces al sospechoso, también de nacionalidad boliviana. Las fuentes añadieron que el acusado iba a ser indagado en las próximas horas por el fiscal Damonte en una causa que caratuló como “homicidio simple”.