"Ya no quería vivir así" afirmó el sobrino de Maradona
Además aseguró que el Diez "ya no se dejaba ayudar".
Los camaristas ordenaron que se haga un amplio informe sobre su salud. Según la denuncia, el sacerdote violó a una joven en el colegio San Vicente de Paul.
03/02/2021 - 00:00hs
La Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de La Plata revocó la prisión domiciliaria que el juez Agustín Crispo le había otorgado al cura Raúl Sidders. Está acusado de haber cometido abuso sexual y corrupción de menores cuando se desempeñaba en el colegio San Vicente de Paul.
Según los magistrados Alejandro Villordo, Miriam Ermili y Fernando Mateos, antes de beneficiar con arresto domiciliario al sacerdote primero debe recabarse toda la información sobre su estado de salud. Por ello, le solicitaron a la Alcaidía Roberto Pettinato donde se encuentra alojado, que en 24 horas se le realice un amplio informe médico “tendiente a determinar si el mismo presenta alguna patología y en su caso si esta implica riesgos que pudieran colocarlo en el grupo de población de riesgo frente al coronavirus”.
“Además cuál es su estado clínico al día de la fecha y si recibe el tratamiento y la medicación adecuados. Recabado el informe médico solicitado, remítase a la Asesoría Pericial a fin de que un perito médico a partir de la información proporcionada determine si, eventualmente, es posible que se pueda asegurar el resguardo de la salud del detenido en el ámbito del lugar en el que se encuentra privado de la libertad”, dijeron los camaristas.
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Según la investigación del fiscal Álvaro Garganta,
Sidders afronta cargos de “abuso sexual agravado y reiterado en concurso real con corrupción de menores”. Habría realizado estos crímenes contra una niña, cuando ella asistía al colegio San Vicente de Paul de La Plata, entre 2004 y 2008. En el momento en que el acusado solicitó arresto domiciliario el fiscal acompañó el pedido, pero la abogada de la joven, Pía Garralda, apeló ante la instancia de alzada.
De acuerdo con el expediente, la denunciante, Rocío, fue sometida a varias formas de abusos que “le provocaron un grave daño en la salud mental. Asimismo, durante igual período y en las habituales ocasiones en que le recibía el sacramento de la confesión, corrompió a la menor mediante explicaciones personalísimas sobre cómo masturbarse y mantener relaciones sexuales con acceso carnal con su novio”.