Violento asalto a una avícola de Tolosa
Una banda de delincuentes sorprendió a los trabajadores cuando estaban por empezar la jornada laboral. Tras golpearlos, les quitaron sus pertenencias y una moto.
Los vecinos mostraron su descontento ante las autoridades policiales y le aseguraron a diario Hoy "que viven con miedo".
13/06/2020 - 00:00hs
Al menos cinco malvivientes intentaron entrar a robar durante la madrugada de ayer, a través de una especie de boquete, en un negocio platense donde también hay una casa en la que residen los comerciantes. Por suerte, los cacos no llegaron a cometer el ilícito gracias a los frenéticos ladridos de los perros de la cuadra.
Los ladrones se hicieron presentes a la 1 en el taller Barrios de 524 y 131, donde rompieron el alambrado perimetral y sacaron unas placas de cemento tipo pared, para ganar el interior de la propiedad, tanto del local como de la vivienda.
Para hacerlo se valieron de martillos y otros elementos contundentes con los que rompieron la pared, ruidos que fueron advertidos por los canes del lugar, los cuales comenzaron a ladrar con insistencia. Ante el alboroto, decidieron irse, pero regresaron un poco después, a las 3, y repitieron la maniobra, alertando otra vez a los animales.
Cansados de la situación, ya que es un hecho que se repite en los últimos tiempos, los vecinos mostraron su descontento ante las autoridades policiales de la zona, y aseguraron ante este medio “vivir con miedo”.
“Los delincuentes caminan impunemente por el arroyo de la zona y ahora pretendieron ingresar por la pared del canal. Nosotros estamos asustados porque no es la primera vez que pasa. Hicimos la denuncia en la comisaría Undécima, pero no nos atendieron y nos dijeron que la radicáramos de manera online”, se lamentó un frentista.
Añadió que “no nos agarraron durmiendo, y esto no pasó a algo más grave gracias a los perros”. De acuerdo a sus palabras, los malhechores “tienen a maltraer a los vecinos, sobre todo desde que se asentó un barrio precario en la zona. Los ladrones vienen por el arroyo y, para romper alambrados o paredes, usan escaleras, mazas, cortafierros y pinzas. Es una locura”.