Cayó el ladrón que baleó en la cabeza a un vecino de Tolosa
“El Negro Roque” sería el jefe de la banda que intentó cometer la entradera en la entrada de la vivienda de Fluxa.
El proyectil, que ingresó por el pecho, fue descendiendo y afectó el colon y el diafragma. Padeció un importante sangrado interno. El implicado se negó a declarar y seguirá preso.
17/10/2020 - 00:00hs
El hombre de 48 años atacado a balazos la tarde del jueves en Abasto no solo continúa internado, sino que su estado de salud se ve severamente comprometido luego de una serie de complicaciones que obligó a los médicos a intervenirlo quirúrgicamente, estando ahora alojado en la Unidad de Terapia Intensiva, en grave estado y con pronóstico reservado.
“Estaba relativamente estabilizado, pero se descompensó cerca de las 19 del mismo miércoles por una lesión en el diafragma y en el colon, que le sangraba mucho, y hubo que operarlo. Estaba desmejorado. La intervención fue compleja y finalizó cerca de las 23”, le contó a Trama Urbana un vocero médico, quien añadió que su estado “es complicado, y serán claves las próximas 48 horas”.
Como este medio informó, el individuo discutió con un vecino de 30 años en 521 entre 212 y 213, al parecer porque tenía un problema con el hijo del imputado. Este lo increpó, discutieron y se fue. Regresó al rato con un arma de fuego, con la que le disparó en cinco oportunidades. Cuatro proyectiles no dieron en el blanco, pero uno sí, que impactó en la región izquierda anterior del hemitórax, ubicándose “cerca de la columna, pero sin llegar a lesionarla”.
El damnificado fue trasladado en una ambulancia hasta el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde les contó a los facultativos otros detalles del incidente. “Refirió de manera confusa que estaba festejando un cumpleaños en su casa, tomando bebidas alcohólicas y sacando una pileta del fondo, cuando entonces entró un conocido suyo diciéndole algo que no recordaba y le disparó de frente”.
Optó por el silencio
El sospechoso fue capturado pocas horas después por agentes de la comisaría Séptima, a escasos metros de donde se produjo el sangriento suceso, y quedó imputado por el delito de “tentativa de homicidio”. Ayer, ante el fiscal de la causa, se negó a declarar y continuará tras las rejas.
En tanto, de su domicilio –que fue allanado de urgencia por la magnitud del hecho– se incautó un revólver marca Custer calibre 22 largo, con la numeración suprimida y diez cartuchos.
Ahora deberá ser analizado por los peritos de la Policía Científica para determinar de manera fehaciente que fue el utilizado para intentar matar a la víctima.