Thomsen pidió que se le revoque la prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa

El rugbier condenado a la pena máxima también pidió la realización de un nuevo juicio y que le bajen la pena a seis años de cárcel.

Máximo Thomsen, el principal imputado del grupo de rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, aseguró que el abogado que los representó a todos no hizo una defensa eficiente y reclamó un nuevo juicio. Además, cuestionó que él nunca apareció grabado pe­gándole a Fernando aquel enero de 2020 y que no hubo premeditación en ir a matarlo ni hubo intención de hacerlo en ningún momento.

Thomsen pidió ayer a la Corte Suprema de Justicia bonaerense que declare nulo el juicio que lo condenó a prisión perpetua por el crimen ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, y asegura que no está probado que él le haya pegado, así como tampoco que existió un plan premeditado para hacerlo.

Lo hizo con su nuevo abogado, Francisco Oneto, al apelar el fallo de la Cámara de Casación bonaerense que confirmó la condena a perpetua para él, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi; en tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios.

El planteo del nuevo abogado es que Thomsen no tuvo una defensa anterior eficaz, pues el letrado Hugo Tomei representaba a los ocho rugbiers y, por querer hacerlo a la totalidad del grupo, no representó sus intereses individuales.

Por eso, pide que se declare nulo aquel proceso y se haga un nuevo juicio a la par que niega que existió premeditación en el accionar del grupo, lo que determinó la agravante de prisión perpetua al homicidio durante el juicio.

En ese sentido, refiere que hubo intereses contrapuestos y que, teniendo un único abogado, no pudo representarlos a cada uno de los ocho acusados.

Asimismo, en el recurso aseguró que, si bien a Thomsen siempre se lo señaló como el líder del grupo y quien habría tenido el incidente con Báez Sosa en el interior del boliche Le Brique, no fue él, sino el acusado Blas Cinalli.

En relación con eso, hasta asegura que ambos grupos ya fuera del boliche es que hubo algún cruce de palabras y gestos y allí se inició la pelea que terminó con la muerte de Fernando.

Al respecto y ante la inmediatez de los hechos, la defensa cuestiona tal cual establecieron los jueces que haya hablado premeditación, esto es, la planificación en irlo a matar, pues ello se aplica cuando hay un tiempo para reflexionar si llevar adelante eso y en el caso no lo hubo.

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