Un femicidio planificado y materializado con saña

Se conocieron detalles del crimen de la mujer policía en Melchor Romero. Su expareja la asesinó de 13 puñaladas y casi lo linchan al escapar.

Perdura la conmoción por el brutal femicidio del que fue víctima Tamara Gómez Coronel, la joven policía de 30 años asesinada a puñaladas por su expareja en su casa del barrio Santa Ana de Melchor Romero durante la noche del domingo. En tanto que, en las últimas horas, se conocieron nuevos detalles del aberrante y sangriento suceso.

De acuerdo a la operación de autopsia sobre el cadáver de la mujer, esta recibió no menos de 13 cortes en diferentes partes del cuerpo, como la cara, los brazos, la cabeza y el cuello, en donde un profundo tajo le quitó la vida. Además, un vecino refirió que el hombre, un empleado metalúrgico de 34 años, también la atacó a golpes y a mazazos. Por otro lado, el crimen fue presenciado por una sobrina de Tamara y por su propia hermana menor.

Esta, que oyó los débiles gritos de ayuda de la joven desde su inmueble dentro de la misma propiedad en que se produjo el suceso (ubicada en 156 entre 529 y 530), se acercó a ver qué ocurría y se topó con la peor escena.

“Ingresó por una ventana y él todavía estaba apuñalando a Tamara. Se arrojó sobre él y logró apartarlo”, apuntó un vocero. El homicida intentó atacar a la menor, pero finalmente se fue y en la vereda se topó con varios frentistas, que comenzaron a atacarlo. Logró subirse a su VW Polo y escapó, pero los piedrazos recibidos le reventaron la luneta.

Cuchilla de carnicero

Los lugareños entraron a la casa de la víctima y la vieron malherida recostada en la cama. “La envolvieron en una sábana, estaba empapada en sangre”, dijo uno de los que participó de esa acción, y agregó que él ayudó a cargarla en un auto aunque consideraba que ya estaba muerta. Sin embargo, llegó hasta el hospital Alejandro Korn, donde falleció poco después.

Los investigadores establecieron que Gómez Coronel y Téves se hablan separado recientemente pero el sujeto le pidió pasar las fiestas por última vez, ya que a la nena de ocho años que tienen en común le iba a hacer bien. Ella aceptó, a condición de que él se vaya el 1° de enero. Si bien no había denuncias previas por violencia de género, una compañera de Tamara, que cumplía funciones en el Comando de Patrullas Zona Norte, dijo que la mujer “vivía un infierno” con el individuo, quien nació en la localidad de Añatuya, Santiago del Estero, y tenía otros tres hijos de otra pareja.

A su vez, los pesquisas creen que el femicida planificó el ataque y por eso retiró poco antes a la menor que tenía junto a la víctima, llevándola a casa de un padrino y pidiéndole que se quede a dormir ahí. De allí fue hasta el domicilio de su hermano, agarró una cuchilla de carnicero y fue hasta la finca que había sabido compartir con la mujer, para matarla a continuación.

Consumado el homicidio, fue a lo de su hermano, le contó lo que hizo y él le pidió que se entregue. Téves se sacó la remera y, con el torso desnudo, salió a la calle y fue capturado mientras caminaba por 170 y 517, con manchas de sangre en sus prendas y un corte en el pulgar derecho.

Quedó detenido por el delito de “homicidio calificado por relación de pareja y por mediar violencia de género”, el cual prevé como pena la prisión perpetua.

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