Ocurrió en la calle 14 B entre 466 y 467.
Pese a estar a dos cuadras de la plaza principal de City Bell y a pocos metros también de la comisaría Décima, un vecino de esa castigada localidad platense sufrió el accionar de los malhechores. Ya le había pasado un tiempo atrás.
En esta oportunidad, sujetos desconocidos se acercaron entre la noche del sábado y la madrugada del domingo hasta su peluquería, que funciona al lado de su casa, en la calle 14 B entre 466 y 467.
Con elementos contundentes destrozaron el vidrio, aunque cuando se aprestaban a ingresar y llevarse todo lo que pudieran comenzó a ladrar el perro de la víctima. Entonces, al prender las luces, los bandidos se escaparon a las corridas.
Desesperado, el hombre llamó al 911 y se hizo presente un patrullero. Mientras charlaba con los uniformados que lo asistieron, se enteró de que había sucedido algo similar en las inmediaciones. “Habían roto otros vidrios a unas cinco cuadras”, se lamentó el hombre.
Su indignación es todavía mayor porque ya un mes atrás había sufrido otro percance, cuando hampones le robaron una moto, que luego apareció quemada en el barrio Savoia, también dentro de City Bell.
En esa ocasión el damnificado también expuso la correspondiente denuncia. Sin embargo, no fue suficiente para dar con los autores, que pese al tiempo transcurrido se mantienen prófugos.
“Estamos hartos, cansados de esta situación, de las zonas liberadas, pero ¿qué más podemos hacer? Llevamos a cabo todos los jueves marchas para pedir seguridad y justicia y pareciera que las autoridades nunca nos escuchan”, se quejó un frentista de la zona.
Otro dijo: “Nos enteramos de una entradera con Ithacas, de un robo millonario, de asaltos callejeros. Nunca vi a City Bell tan devastado”.