Lanús perdió la Copa Suruga Bank en Japón
Lanús perdió hoy agónicamente, y perjudicado por un penal mal sancionado, la final de la Copa Suruga Bank, en Tokio, al caer 2-1 frente al Kashiwa Reysol de Japón.
El conjunto nipón se puso en ventaja con un gol de Takayama a los 44 minutos del primer tiempo, mientras que Leandro Somoza igualó el marcador a los del 14 segundo, pero cuando parecía que la copa se definiría por penales, el brasileño Leandro Domínguez, de penal, le dio el triunfo al equipo japonés a los 43.
La paridad entre ambos equipos conducía a la definición por penales, pero el árbitro coreano Jong Hyeok Kim se convirtió en el gran protagonista del partido al sancionar un penal inexistente de Diego Braghieri que le permitió al Kashiwa Reysol quedarse con el título en su estadio y ante su público.
La derrota en Japón dejó otra vez a Lanús con las manos vacías sobre el final, ya que algunas semanas atrás perdió, también agónicamente, la definición de la Recopa Sudamericana frente al Atlético Mineiro de Brasil.
Los minutos finales mostraron la peor cara del conjunto granate, que nervioso por la manera en la que se le escapaba el partido pareció más preocupado por pelearse con los jugadores del equipo japonés que por intentar empatar el encuentro.
Uno de los más exaltados fue el delantero uruguayo Santiago Silva y el mediocampista Diego González fue expulsado por agredir a un rival.
Lanús comenzó mejor que su rival pero el local se encontró con la ventaja sobre el final del primer tiempo y tras un grosero error en la salida de Somoza, que perdió la pelota y dejó mal parada a la defensa.
El brasileño Leandro condujo bien la contra en los metros finales y habilitó a Takayama, que definió cruzado y se vio beneficiado en un desvió en Braghieri que dejó sin chances a Agustín Marchesín.
Pero el volante de Boca tuvo su revancha, porque a los 14 de la segunda parte tomó la pelota varios metros fuera del área japonesa y sacó un remate bajo que se desvió en un defensor del Kashiwa y descolocó a Sugeno, el arquero local.
Con el envión anímico que significó la igualdad, Lanús fue en busca del triunfo, pero a dos minutos del final el árbitro coreano se equivocó al sancionar penal una jugada en la que Braghieri se arrojó al piso para intentar detener un avance de Takayama.
Leandro Domínguez lo capitalizó y le dio el triunfo y la Copa al Kashiwa Reysol, y dejó una vez más con las manos vacías a Lanús.