Astrónomo de la UNLP logró un gran hallazgo

El investigador argentino Félix Mirabel descubrió un agujero negro que provoca la formación de estrellas en la Vía Láctea y fue presentado ante la Unión Astronómica Internacional

Félix Mirabel es un científico e investigador, que se formó en la ciudad de La Plata y descubrió un agujero negro que provoca formación de estrellas. Su hallazgo fue presentado ante la Unión Astronómica Internacional (IAU) y el objetivo ahora es profundizar el estudio de este objeto único en nuestra galaxia con el radiotelescopio Very Large Array (VLA) y con el telescopio espacial Hubble.

"La confirmación de que un agujero negro cercano induce la formación estelar en nuestra galaxia va a generar alto impacto en la astronomía y en lo inmediato se intentará realizar más observaciones de este agujero negro", aseguró el investigador superior del IAFE-CONICET. En este sentido, el investigador (nombrado miembro permanente de la Academia Mundial de Ciencias) reveló: "El viernes pasado, envié mi propuesta al director del Observatorio Nacional de Radioastronomía en Estados Unidos para poder utilizar el VLA lo antes posible".

Vale recordar que hace 20 años, Mirabel y el doctor Luis Rodríguez de la Universidad Autónoma de México descubrieron el primer agujero negro devorándose una estrella dentro de la Vía Láctea y eyectando chorros de materia a velocidades cercanas a las de la luz. Ahora, un estudio confirmó que dicho agujero negro no solamente está devorándose una estrella, en un proceso que puede durar millones de años, sino que sus eyecciones provocan la generación de nuevas estrellas.

Con el nombre de microcuásares, Mirabel bautizó este tipo de laboratorios cósmicos que vienen a ser como réplicas en miniatura de los cuásares, que son los objetos más luminosos del Universo, aunque están a distancias enormes de nuestra galaxia. Por eso, este hallazgo permite estudiar la física que ocurre en los cuásares a una distancia relativamente cercana: a solo 30 mil años luz de nuestro planeta.

En 2011, el astrofísico argentino aseguró que en las épocas tempranas del Universo, los agujeros negros fueron fundamentales para que se elevara la temperatura del medio intergaláctico y se disiparan las nieblas que cubrían el Cosmos. Si bien los agujeros poseen fama temeraria, porque se conoce su cualidad para devorar planetas y estrellas, también es cierto que permitieron que evolucionara el Universo de tal forma, que la vida fuera posible.