Cocina paisajística: de La Plata a Europa

Ignacio Lohidoy, chef de nuestra ciudad, se destaca en el viejo continente gracias a un innovador modelo culinario. “Busco ser creativo”, manifiesta en una entrevista exclusiva con Hoy

"Quiero salir de lo clásico, y por ejemplo cocinar debajo de la Torre Eiffel; busco ser creativo y hacerlo durante los atardeceres o amaneceres, o en acantilados”, le cuenta el chef platense Ignacio Lohidoy al diario Hoy desde Barcelona, en una entrevista exclusiva llena de condimentos en la que se destacan dos conceptos fundamentales: los platos y los paisajes.

Exalumno del Colegio San Luis y egresado del Instituto Argentino de Gastronomía, cuenta: “Planeé este viaje durante años, vendí el auto y me vine a Europa a cocinar por diferentes escenarios”. 

Comenzó su travesía en Madrid y su osada aventura se convirtió en un éxito. “Le comenté mi proyecto al dueño del hostel donde me alojaba y me encargó que hiciera un lunch para los huéspedes; preparé un tape de tortillas de camarón, mejillones con salsa criolla y patines bravos. Salió todo increíble: fueron 80 personas a la terraza”.

Tras el revuelo de sabor que generó en la capital española, tomó nuevos rumbos y fue hacia las ciudades portuguesas de Peniche, Sintra y Lisboa, donde fusionó su profesión con los paisajes paradisíacos de esos lugares, adquiriendo en sus platos los sabores propios de sus regiones.

Ceviche de pez mero en Barcelona

Que el comensal pueda probar lo que está viendo. Ese parece ser su concepto culinario. “A medida que viajo, pienso y armo los escenarios de la mejor forma para que resalte el paisaje, uniendo la naturaleza y la cocina”, relata. En la costa Cantábrica, por ejemplo, se destacó con un elaborado lomo de cerdo marinado. Curioso y arriesgado, tiene pensado ahora “embarcarse con un grupo de pescadores y pescar con ellos mar adentro, para después preparar un plato con esos mismos productos frente a los mismos escenarios mágicos”.

Con 35 años, se destaca por innovar con un modelo que ganará rápidamente varios adeptos, como lo es cocinar productos regionales recién adquiridos desde escenarios tan atípicos como majestuosos. Detalla que su meta es recorrer las diferentes culturas y cocinas europeas, “conociendo los ingredientes de cada zona”.

El viaje continuó, y en cada sitio dejó su huella: Navarra, Marbella y Barcelona. Allí eligió pescado fresco y especias de la región y preparó un ceviche de mero. ¿Dónde lo sirvió? En el mítico Parque de la Ciudadela, “con un fuerte de fondo y la cascada artificial más linda que vi”.

Nuevos horizontes

Ayer partió hacia la costa gala para mostrar sus dotes en Marsella, Mónaco y Menton, donde espera “aprender sobre cocina molecular con Mauro Colagreco, uno de los mejores chefs del mundo”. 

De allí rumbeará hacia Italia con el fin de conocer los secretos de la pasta y la pizza, además de los “quesos de Módena”.