El recuerdo de uno de sus nietos, en diálogo con Hoy

Dalmiro Sáenz: adiós al último narrador satírico

El laureado hombre de letras murió en la madrugada del domingo a sus 90 años, dejando una obra fundamental. En diálogo con diario Hoy, uno de sus nietos contó pinceladas de su vida fuera de los libros

El domingo, cerca de las diez de la noche, murió a los 90 años el escritor Dalmiro Sáenz, que vivía con su pareja en una casa de la Ciudad de Buenos Aires. Una de sus nietas, Fátima Noriega, anunció la muerte de su abuelo la mañana siguiente a través de Twitter. Dejó una trayectoria literaria muy celebrada por críticos y lectores, y una historia de ausencia familiar que sigue siendo el doblez filoso entre el personaje público y el hombre de carne y hueso.

Dalmiro Antonio Sáenz nació en Buenos Aires en 1926. A los 30 años, luego de viajar en buque por la Patagonia, publicó sus primeros cuentos, titulados Setenta veces siete (1956), un libro con el que ganó el prestigioso Premio de la Editorial Emecé y se convirtió en un best-seller de enorme alcance popular. 

Hasta entonces, Saénz vivía con su esposa y sus hijos en una estancia de Santa Cruz donde criaba ovejas para producir lana. Un tiempo después de ganar el premio, se mudaron a Buenos Aires y pidió el divorcio. “A partir de ahí se dedicó completamente a la escritura y dejó un poco abandonada a mi abuela con la crianza de los nueve hijos”, contó a diario Hoy Miguel Saenz, uno de los nietos del escritor fallecido. 

“Mi papá, que era el más grande y se llama igual que él, fue quien siguió teniendo el mayor contacto con mi abuelo. Pero de chico yo tengo el recuerdo de verlo más en la tele que en casa. No era un abuelo de pasar las Navidades con nosotros”, agregó su nieto, en un diálogo exclusivo con este diario.

Su producción literaria fue vasta, diversa y con llegada a mucha gente: escribió más de 40 libros. Además de cuentos y novelas, exploró la dramaturgia, los libretos televisivos y cinematográficos, los cuentos de humor y los ensayos. Con todos obtuvo reconocimiento. La patria equivocada, Las boludas, El sátiro de la carcajada y Malón blanco son algunas de las piezas más reconocidas.

Solo cuando fue más grande y se zambulló en la obra, Miguel pudo entender a su abuelo. “Siempre me quise responder quién había sido el verdadero Dalmiro, si el escritor o el abuelo. Yo no tenía la charla familiar del domingo, pero en sus cuentos, aunque fueran de ficción, podía encontrar muchísimo de nosotros entre líneas”, dijo su nieto. “Todavía lo estoy descifrando”, concluyó Miguel.

El último tiempo, Miguel empezó a investigar algunos tramos de la vida de Sáenz. En especial, su exilio forzoso y una historia que nadie conoce de su abuelo con la Dictadura. La última vez que lo vio, hablaron de ese trabajo. “Esas conversaciones que teníamos con él eran un poco mi excusa para acercarme, porque si vos no ibas a buscarlo, él tampoco”, concluyó Miguel. “Fue una de esas personas que atravesó la historia del país con una mirada bastante particular”.