El vuelo coreografiado de los estorninos

Un científico platense formó parte de un equipo de investigación internacional, que estudió las bandadas de estos pájaros que surcan -de a cientos- los cielos de nuestra ciudad

No pasan desapercibidos, con sus movimientos cambiantes y precisos sobre el centro platense. Ahora, un equipo internacional investigó cómo se organizan los estorninos para realizar estos vuelos que parecen coreografiados.

Estas aves (Sturnus vulgaris) conviven a diario con nosotros, aunque son originarias de Europa. Se caracterizan por formar grandes bandadas -de hasta 400 individuos- y, a diferencia de otros pájaros, vuelan en bloques compactos, que se expanden y contraen cambiando de forma, curso y velocidad.

Ese comportamiento y las claves de su funcionamiento son el objeto de estudio de un trabajo publicado en la revista Nature Physics, que cuenta entre sus autores a Tomás Grigera, investigador independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas de nuestra ciudad (INIFTA, Conicet – UNLP), en conjunto con profesionales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Italia, la Universidad La Sapienza de Roma, y la Universidad de Nueva York.

Información en vuelo

“En general, las bandadas tienen un orden, un objetivo al que se dirigen: los individuos saben hacia dónde van y vuelan en formación. En el caso de los estorninos, si bien tienen un destino puntual, mientras se trasladan cambian de rumbo y dibujan figuras muy curiosas en el aire. El fin de este trabajo fue entender cómo se sincronizan en esos movimientos y el por qué de ese mecanismo”, contó Grigera.

Para desentrañar este comportamiento, los investigadores colocaron cámaras en la Plaza del Cinquecento de Roma, Italia, y realizaron el seguimiento de las bandadas durante dos años. “Lo que vimos fue que hay un grupo de aves que por algún motivo
-quizás porque ve algún predador- decide cambiar de dirección y gira. Y una vez que esos líderes espontáneos viran, esa orden se propaga en toda la bandada como una onda”, detalla Grigera. El resto reaccionaría como en una suerte de eco, en el que la información llega antes que su propio movimiento.

Según el investigador húngaro Tamás Vicsek, cada pájaro mira a su alrededor, y se adapta a la dirección en que están volando los otros. No obstante, esto no explica los cambios bruscos de los estorninos. Es por esto que este trabajo agrega el concepto de inercia: “El ave no puede instantáneamente cambiar de rumbo, tiene una inercia a la rotación. Primero se frena, luego se cambia de rumbo”.

Este modelo “mínimo” de estudio elaborado, dice el científico, se puede podría aplicar a distintas especies de aves y a otros animales, como algunos cardúmenes de peces.

¿Dónde  ver a estos pajaritos ?

“A la tardecita, sobre calle 8, en pleno centro, los estorninos se empiezan a juntar en grandes bandadas sobre el tendido de cables, uno al lado del otro. Luego hacen vuelos, que parecen nubes negras que se van moviendo”, explicó a Hoy Adriana Zara, integrante del Club de Observadores de Aves (COA LA Plata). “Es un pájaro hermoso: es negro, con pintitas blancas y un pico amarillo”, agregó.

Para los amantes de las aves, se trata de una especie “plaga”. Hace aproximadamente 124 años fueron trasladados desde Inglaterra y liberados en el Central Park, Estados Unidos. En Argentina se los introdujo en los años ’80 y, aunque no se conoce con certeza su origen, se cree que se los habría traído para ser comercializados pero fueron liberados accidentalmente.