Un símbolo de la gastronomía platense

La mítica pizzería “Carloncho”, a un paso del cierre definitivo

El local, que tiene casi 40 años y está frente a Plaza Rocha, deberá cerrar sus puertas en agosto. Lo demolerán para construir departamentos. Su dueño, uno de los pioneros de la pizza a la piedra en La Plata, reconoció que se encuentra al borde de la bancarrota

Hasta hace poco, Carlos Alberto Barrese, alias “Carloncho”, estaba seguro de que las cosas seguirían como hasta el momento: en la inmobiliaria le aseguraban que le renovarían el contrato del local que alquila en 7 y 60 por tres años más. Sin embargo, en marzo, el panorama cambió. Le informaron que la renovación era imposible y que, a más tardar, en agosto de este año deberá entregar la llave. “Lo demolerán para construir dos torres de departamentos”, afirmó Barrese. 

Desesperado, buscó en la zona un nuevo espacio para mudarse pero no hubo caso: “Un alquiler de 30.000 pesos es imposible para mí”, explicó. Actualmente abona apenas 6.000 por un local en el que entran 15 mesas para dos personas. Para colmo, las ventas no dejan de bajar: “De vender 100 pizzas cada sábado, bajamos a 30”, lamentó. No sabe qué hará. Con 77 años y junto a sus tres empleados, que hace más de dos décadas lo acompañan, se quedará sin trabajo. 

“Yo creía que tenía un millón de amigos, pero me di cuenta de que tengo un millón de enemigos”, lamentó Carloncho tras afirmar que de todas las puertas que golpeó, ninguna se abrió. 

Como Barrese no tiene hijos ni esposa con quien compartir los gastos del hogar que alquila, una jubilación mínima será su único ingreso cuando tenga que cerrar la pizzería. 

Atrás quedaron los años de esplendor en los que “Carloncho” era sinónimo de la mejor pizza de La Plata. Fundada en 1980, llegó a tener hasta siete locales trabajando a plaza llena. ¿Cómo pasó de la gloria durante los años 90 al olvido actual? “Es una larga historia”, aclaró Barrese. “En esa época yo era muy inexperto. Algunos negocios salieron mal y tuve que cerrar la mayoría de los locales”. 

Del pasado oscuro a la búsqueda de la redención

Carlos Barrese siempre aclara que su vida no fue fácil. “Nací casi huérfano”, expresó al resumir que no conoció a su padre y que a su madre la vio en pocas oportunidades. Pasó diez años preso en un penal de menores y 20 en uno de adultos. Cuando quedó libre, viajó a Estados Unidos, donde conoció en detalle la técnica de la pizza a la piedra y volvió decidido a montar su propio negocio. 

Convertido en un hombre de trabajo, pensó que su historia podría inspirar a otros y emprendió una peregrinación por las cárceles de la región para invitar a los presos a seguir sus pasos. “Anduve por Batán, Devoto, Caseros, he visitado más de treinta cárceles. A muchísima gente le sirvieron mis palabras”, afirmó. 

En las paredes de la pizzería, tapizadas con las fotos de sus referentes, se lo puede ver junto a la actriz China Zorrilla y a los hermanos Gustavo y Guillermo Barros Schelotto. En medio de las imágenes, “Carloncho” colgó el acta en la que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) lo autoriza a ingresar a las cárceles de la Provincia para dar conferencias.

Aunque aclara que lo hizo sin esperar nada a cambio, también reniega de que el SPB no le haya dado un reconocimiento económico, aunque más no sea para los viáticos. También afirma que necesita que el Estado lo ayude con una pensión, para pasar los últimos años de su vida en paz. 

Por ahora, cuenta con dos meses para despedirse. Y luego, el abismo. “Quien nace como nací yo, pobre y solo, está condenado a morir como nació”, sentenció. 

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