Pesar en el Albert Thomas por la muerte de “Pinino”

A lo largo de 50 años, vendió cubanitos en la puerta del colegio. Así, se ganó el corazón de alumnos, directivos y gran parte de la comunidad platense, quienes lo recordaron con dolor

Entre el pesar y la nostalgia. Así se recibió ayer la noticia del fallecimiento de Domingo “Pinino” Esportuno en la comunidad educativa de la Escuela Industrial Albert Thomas, ubicada en calle 1 entre 57 y 58, donde este hombre solidario y querido no faltó ni una mañana en 50 años. 

“Llegaba a las 7.20 con su tabla de madera, las dos latas y desde esa mesa improvisada vendía sus cubanitos”, aseguró a diario Hoy el director del colegio, Sergio Figueiredo, quien recordó que ya en el año 1978, cuando cursó en la escuela como alumno, “Pinino estaba en la puerta. Llegaba antes que todos y a veces era el último en irse”, evocó.

Con su noble manera de ganarse la vida, “Pinino” supo cosechar el cariño de todos los platenses que pasaron por esa institución educativa. 

Pero la bondad de este rosarino, nacido el 18 de julio de 1932 y radicado en La Plata en 1945, no se medía en cubanitos. “Yo recuerdo que muchas veces no teníamos para pagarle y nos regalaba lo que vendía”, dijo el directivo. Entre venta y venta también estaban las charlas, los consejos que “Pinino” transmitía a los alumnos y las lecturas compartidas de El Gráfico.

“Era un hombre muy tranquilo, nunca tenía problemas y si no tenías dinero para pagarle no importaba”, coincidió el exdirector del Albert Thomas, Jorge Matthia, y, para graficar el alma sensible de “Pinino”, rescató que “armaba paquetes de cuatro cubanitos y los reservaba para dárselos a los chicos de la calle”.

“Era un tipazo, ayudaba a todos y era tanto lo que nos unía que en cada aniversario de la escuela mandaba un ramo de flores”, resumió Matthia sobre el hombre que desde hacía varios años ya era un recuerdo en el colegio. 

“Hacía rato que ya no venía, sabíamos que estaba mal”, lamentó Figueiredo, quien junto a otros directivos, alumnos y exalumnos del Industrial hoy por la mañana se acercarán a la casa velatoria Saltalamacchia Sepelios, de calle 2, entre 40 y 41, donde desde ayer comenzaron a darle el último adiós.

En el Albert Thomas, en tanto, ya imaginan el homenaje con el que, una vez finalizado el receso invernal, honrarán al hombre que supo inmortalizarse en el recuerdo de varias generaciones de platenses. 

Múltiples recuerdos

“Pinino” afirmaba que llegó a vender mil cubanitos por día. Pero no era una celebridad solo por eso. Su personalidad lo había convertido en uno de los vecinos más apreciados de la ciudad. Tan querido fue por los alumnos del Albert Thomas que en 2011 gestionaron homenajearlo en el Hipódromo, donde se corrió, en una 7° carrera, un premio con su nombre. Ese mismo año, destacando el tiempo que trabajó en el colegio, se realizó una gran exposición en el hall central de la institución, exhibiendo fotos sacadas por él mismo. 

Ayer, los exalumnos de la escuela platense lo evocaron con profundo pesar en las redes, publicando fotos y recuerdos. “Tenía los mejores cubanitos y quién no recuerda las empanadas de Pinino en la cancha de Gimnasia y de Estudiantes. Se va una gran persona, pero quedan los mejores recuerdos”, expresaba en Facebook Adrián Dangelo, de la promoción 1989. “Se fue un ícono de nuestra amada escuela. Cómo olvidar sus cubanitos y los almuerzos de despedida cuando nos recibíamos. Mis condolencias a su familia”, publicó Adriana Scortio. “Recuerdo que una vez hizo fotocopias con un poema para el Día de la Madre y las repartió para que se las regaláramos a las nuestras. Lo voy a recordar siempre”, escribió Rosana Cañedo.

Noticias Relacionadas