Sólo el 43% de los alumnos termina el secundario en tiempo y forma

De acuerdo a un relevamiento de la Unesco, las escuelas argentinas están entre las que más alumnos dejan de estudiar y están muy por debajo de Perú con el 70% y Chile con el 68%. También México, Bolivia, Paraguay y El Salvador tienen números mejores

En las estadísticas, el secundario concentra el mayor porcentaje de abandono educativo de la población argentina. Pese a que ese nivel es obligatorio desde 2006 cuando se sancionó la Ley de Educación, la deserción es un problema grave en el país y según las últimas cifras, la tasa de abandono interanual llega al 15,8%.

Es de destacar que en los últimos diez años, la matrícula del nivel medio creció un 12,6% lo que significa que se sumaron 428.618 alumnos nuevos. Sin embargo, que ingresen más chicos no significó que permanecieron en los colegios.

Esta cifra surge del informe de la Unesco Global Education Digest, de 2010, en el que se afirma que la Argentina es uno de los países de la región con más baja tasa de graduación en el secundario: sólo un 43 por ciento de los estudiantes secundarios de nuestro país culminan sus estudios en los plazos establecidos. Y sólo un 50% del total de estudiantes secundarios accede a ese título.

La deserción además se diferencia entre las escuelas públicas y las privadas ya que mientras en las primeras, los egresos en tiempo y forma apenas llegan al 25,36%, en las otras alcanza el 64%.

El país se ubica así detrás de Perú y de Chile, con un 70% de alumnos que completan sus estudios secundarios; de Colombia (64%); de Bolivia, (57%); de Paraguay (50%), y de Ecuador (48%).

Ante ello, especialistas sostienen que hay un desafío profundo por transformar la escuela media con profesores capacitados, nuevas pedagogías, trabajos por proyectos y directores que sean líderes pedagógicos según informa el diario Clarín.

Además destacan que se debería trabajar en la motivación de los chicos, en que entiendan que la escuela es el único lugar que les abre las puertas a un futuro mejor.

"No hemos podido pensar en cambios pedagógicos que estén más acordes con las exigencias de la cultura contemporánea", explicó Guillermina Tiramonti, especialista en educación media de Flacso.

Si bien no hay una sola receta para salir de este laberinto, los especialistas coinciden en que se requiere un cambio profundo en la organización de la escuela y la forma en que se enseña.