Alertan por un desmoronamiento en Yacyretá

Advierten que existe “peligro potencial de rompimiento”, lo que provocaría una catástrofe. Las consecuencias de la corrupción

Yacyretá fue considerado el “monumento a la corrupción”, debido al inmenso negociado y fraude al Estado que se realizó en el marco de su construcción, sobre todo en período de la década del ’90 (ver aparte). Sin embargo, la represa sigue dando que hablar, y las noticias no parecen ser alentadoras.

La denuncia de un desmoronamiento de uno de los muros de contención de la represa provocó una luz de alarma sobre el funcionamiento del megaemprendimiento hidroeléctrico. El presidente de la Entidad Binacional de Yacyretá (EBY), Miguel Thomas, culpó a las intensas lluvias por el fenómeno para intentar tranquilizar a la opinión pública.

Uno de los que alertó sobre el problema es Roberto Ríos, ingeniero y ambientalista denunciado por Thomas por difundir un video institucional de la EBY que muestra fisuras en la zona del vertedero de la represa.

“Si se rompiera sería la peor catástrofe de la Argentina”, alertó Ríos, quien precisó que todas las represas son “máquinas de robar” y por esta razón no se impulsan las energías alternativas, como la eólica o la de las turbinas hidrocinética (ver aparte).

“Por el informe del desgaste, sabíamos que en algún momento iba a suceder. Acá hubo un abuso”, explicó Ríos. Además, en una entrevista a un portal de Misiones, reveló que la Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) “había reconocido que dos máquinas están inutilizadas y varias otras turbinas están dañadas. Y las que quedaron funcionando están al 75%. Lo que buscaron es, con las máquinas que les quedan, utilizarlas a un régimen mayor, elevando la cota de agua en forma arbitraria y sometiendo a una represa pésimamente construida a un esfuerzo mayor”.

“La idea es generar toda la energía posible forzando la represa al máximo, porque es un año electoral y no pueden dejar sin luz al Conurbano bonaerense, que es el lugar donde tienen (por los gobernantes) más votos”, explicó Ríos.

“Esta ruptura es un anticipo de lo que se viene, que es una ruptura total o parcial. Tuvieron que abrir el vertedero para aliviar esta rotura, pero el vertedero es precisamente la zona de mayor (presión). La mayoría de las represas se rompen por el vertedero”, advirtió el ingeniero.

La inversión, una cuestión clave

El especialista y exdirector de Yacyretá en el último gobierno de Perón, Felix Herrero, aseguró a Hoy que para evitar problemas de magnitud en la represa hay un factor que es clave: la inversión. “Hay que invertir, uno no puede dejar las turbinas, empezar a forzar las máquinas, dejar que no se invierta. No son eternas las centrales, las turbinas ni los paredones”, explicó y luego agregó: “Las represas requieren cuidados y control permanente”.

Por su parte, el ingeniero Roberto Ríos destacó: “aquí hubo una abuso de la estructura y una elevación de la cota sabiendo que la represa estaba ya dañada, pudiendo colapsar”.

El Gobierno no invierte en energías alternativas

El ingeniero Roberto Ríos aseguró que las represas se construyen principalmente por la posibilidad de hacer negocios privados a partir de los contratos.

“La represa es una máquina de robar, toda la obra pública es una máquina de robar, esto es así en aquí, en Suiza y en EEUU. No hay represa en el mundo que no tenga un historial terrible de corrupción”, explicó.

“Con las represas no vamos a solucionar nada y encima ponemos en peligro al país. No voy a decir que la represa se va a romper y que vamos a tener una inundación gigantesca. Pero si se rompiera sería la peor catástrofe de la historia de la argentina”, advirtió el ambientalista.

“Hemos propuesto en varias oportunidades (el uso de energías alternativas como) el potencial eólico y el potencial hidrocinético. Con las Turbinas Hidrocinéticas, que van debajo del río, son inocuas para el ambiente y son más baratas. Pero con eso no se puede robar, no hay obras conexas, no se pueden hacer contratos que después se sobrefacturan. Por eso no les interesa a nadie, porque no se puede hacer negocios. Uruguaí iba a costar 82 millones y terminó costando 400 millones”, concluyó el ambientalista.

Al monumento a la corrupción finalmente le llegó la condena

Hace dos meses hubo una condena histórica que muestra a las claras por qué a Yacyretá lo llamaron el monumento a la corrupción. El ex secretario de Industria del menemismo Miguel Angel Cuervo fue condenado a cuatro años de prisión por el delito de “defraudación” al Estado. La investigación se inició por reembolsos pagados de manera indebida a empresas contratistas que participaron de la construcción de la represa.

El Tribunal Oral Federal N° 6 aplicó la misma pena al apoderado de la empresa italiana Ansaldo Energía, José Luis Alvarez, y al contador Horacio Seligra, acusado de participar en el pago de los reembolsos a esta contratista, y tres años y medio a Luis Manzo, ex jefe del departamento financiero de Yacyretá.

Entre 1997 y 1998 el Estado nacional, bajo la presidencia de Carlos Menem, firmó con Ansaldo un contrato por 70.996.443,56 pesos –durante el artificio del 1 a 1– para que la empresa italiana construyera y pusiera en funcionamiento cinco turbinas en Yacyretá. Por este contrato, la empresa obtuvo reintegros impositivos por 17 millones de dólares que no les correspondían por no ser una empresa nacional y que significaron un perjuicio para el Estado.

Los negociados K con las represas

El kirchnerismo se las ingenió para tener su propia “Yacyretá”, es decir, un negociado turbio relacionado justamente con la construcción de represas.
Como ya ha publicado nuestro diario, el Gobierno ya tiene en marcha las licitaciones para la construcción de las represas hidroeléctricas "Néstor Kirchner" y "Jorge Cepernic", sobre el río Santa Cruz.  Se trata de una obra millonaria, en la que los beneficiados serían empresarios amigos de la Casa Rosada.

Uno de los finalistas para quedarse con la licitación es el empresario Lázaro Báez, que casualmente es poseedor de buena parte de las hectáreas que se van a inundar para la construcción del emprendimiento. Estos terrenos los había comprado “casualmente” unos años antes de que se lanzara el anuncio para la megaobra, y le permitirá cobrar no sólo por el desarrollo de la misma, sino también por la indemnización cuando se inunden sus predios.

Para peor, en caso de que Lázaro Báez no se quede con la obra, la empresa que más chances tiene es otra allegada al Gobierno: Electroingeniería, beneficiada en los últimos 10 años con millonarias obras públicas.