Argentina, a contramano de los países desarrollados

Autorizan a Dietrich para clausurar ramales ferroviarios y levantar vías en todo el país

El Ejecutivo le otorgó al ministro de Transporte la facultad de sacar el tendido de rieles en forma definitiva, en una medida que va en contra de las políticas del primer mundo. El decreto no detalla qué pasará con las tierras que se desocupen

El Presidente Mauricio Macri delegó en su ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la facultad de clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de vías, rieles y demás instalaciones e infraestructura ferroviaria en cualquier punto del país. Esto quedó establecido en el Decreto 652/2017 publicado ayer en el Boletín Oficial, pero la resolución no especifica qué pasará con los bienes inmuebles, terrenos y tierras que quedarán disponibles si se quitan los rieles.

“En dicho marco, vale destacar que una de las premisas del Gobierno nacional es lograr la utilización de los recursos públicos con miras a una mejora sustancial en la calidad de vida de los ciudadanos, focalizando su accionar en la concreción de resultados que sean colectivamente compartidos y socialmente valorados”,  se argumenta en el decreto.

“En pos de esa premisa, se requiere establecer procedimientos administrativos basados en criterios de racionalidad y eficiencia que posibiliten una respuesta más rápida a las demandas de la sociedad”, sostiene el Boletín Oficial y asegura que en ese sentido “se entiende conveniente delegar en dicho Ministerio la facultad de clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias”. 

Procrear y plazas públicas

La resolución detalla que, hasta este decreto, la facultad ahora otorgada a Dietrich solo estaba en manos del Presidente de la Nación. “Por el Decreto Nº 10.300 del 19 de noviembre de 1965, se estableció que le corresponde al Poder Ejecutivo nacional la aprobación de los asuntos relativos a la refundición, división o redistribución de las líneas ferroviarias y a la clausura definitiva de líneas, ramales, desvíos o estaciones ferroviarias”, detalla el decreto y agrega: “Los rieles, durmientes, aparatos de vías y el resto de los bienes muebles que compongan la infraestructura ferroviaria que se encuentra ubicada en el sector que se resuelva remover quedarán en poder de la administración de infraestructuras ferroviarias sociedad del Estado, conforme lo establecido por la Ley Nº 26.352 y sus modificatorias”. 

Sin tener mayores detalles sobre lo que se va hacer con las tierras que se desocupen al eliminarse las estaciones o ramales, se supone que se destinarán a otros usos “como el Procrear, los espacios públicos, y las calles”, sostuvieron desde el Ministerio de Transporte.  

Al clausurar ramales y vías del tren en vez de invertir en el desarrollo del sistema de transporte, el Gobierno va a contramano de los países del primer mundo, que actualmente impulsan el crecimiento del tren.

“Este decreto posibilita que haya especulación inmobiliaria”

“Desde Tren para todos estamos en contra de ese decreto, porque no solo no se deberían clausurar ramales, sino que además la Argentina necesita que se abran, reacondicionen y recuperen. Entonces, de este modo, estamos yendo en la dirección contraria. Esto nos hace recordar a la célebre política del menemismo que realizó el mayor desguace del sistema ferroviario en el país”, explicó a diario Hoy Leonardo Rico, de la agrupación rosarina Tren para todos. 

Para el especialista, actualmente los trenes del país están funcionando en su mínima expresión. “Existe el transporte de cargas con vías muy deterioradas y con los mismos concesionarios desde la época de Menem. Los trenes argentinos tienen los servicios muy limitados y existen en la Provincia de Buenos Aires y entrando a Capital Federal, en el resto del país prácticamente no existen. Estamos en un 10 o 20% de lo que fue la red ferroviaria, y con un funcionamiento malo”, señaló el profesor e investigador ferroviario. 

Ante la decisión del Gobierno, Rico dijo que “existe una especulación sobre qué va a pasar con las tierras si se levantan las vías. Existen leyes que vienen desde la época del menemismo que no fueron derogadas y que dicen que las tierras ferroviarias que no están siendo utilizadas por el ferrocarril pueden cambiar de dueño y ser urbanizadas”. 

Perspectivas desalentadoras

“Con este nuevo decreto, que hace más rápido y exprés el tema de cerrar ramales, se posibilita que haya especulación inmobiliaria. Esto ya viene pasando. Lamentablemente hay talleres ferroviarios que han pasado a convertirse en lugares para edificios, para bares, esa tendencia existe hoy en la Argentina y con esta reglamentación tiene más posibilidades de seguir avanzando”, advirtió.  

Para el experto, con este Gobierno no hay perspectivas de poder recuperar el tren para comunicaciones regionales o de transporte de personas, y esto se debe a “un proyecto político, por un lado, que apuesta a la primarización de la economía y que no se da cuenta del problema de los combustibles fósiles, y por otro, a que no hay voluntad de invertir y encarar ese desafío”. 

“Es una consecuencia del resultado de la elección”

El ingeniero ferroviario Norberto Rosendo aseguró que el decreto del Gobierno “es una consecuencia del resultado de la elección, de los votos que sacó Cambiemos y es el puntapié de lo que va a pasar en los próximos dos meses. Volvimos a la década del 60, con el plan Larkin cuando se sacaban ramales, probablemente se levante el Tren de la Costa, y la zona nuestra, el ramal de Magdalena a Pipinas”. 

“Es un disparate que hay que enfrentar, como enfrentamos otras barbaridades que quiso hacer este Gobierno. Esta gente está tirando trenes abajo a propósito para desprestigiar la empresa estatal y está volviendo a concentrar la obra pública ferroviaria, es decir, está yendo para atrás en todo lo que se había avanzado en los últimos años”, opinó el integrante de la comisión nacional Salvemos al Tren.

Para Rosendo “sin ninguna duda hay especulación inmobiliaria detrás de esto”, y dio como ejemplo el caso del Tren de la Costa y el Sarmiento, donde hay un plan inmobiliario, y el caso de algunas zonas del interior, con la venta de los terrenos de las estaciones. “Aparte de eso hay un fenomenal daño al patrimonio público. El tren debería promoverse en todo el país, porque si no pasamos del camión al tren, la mitad de nuestras cosechas se van a ir a cubrir los costos del transporte”, concluyó el ingeniero ferroviario.