Chatarra ferroviaria: el negociado que esconde Randazzo

El ministro K ofrece soluciones que pocas veces llegan a destino y posibilita que se hagan turbias operaciones con material que otrora fuera comprado por Ricardo Jaime. Las inconsistencias de un modelo que sumerge a los trenes argentinos en una fuerte depresión

Florencio Randazzo, el hombre de la eterna sonrisa, parece empecinado en repetir anuncios relacionados con su malograda “revolución ferroviaria” que consiste, básicamente, en comprar vagones y trenes a China, en momentos en que nuestro país le ha entregado en bandeja -al gigante asiático- gran parte de su soberanía. 

Una clara muestra de ello fue el pacto, firmado entre gallos y medianoche, que le permitió a los chinos empezar a construir una estación espacial con fines militares en Neuquén, más precisamente en la zona de Vaca Muerta, donde se encuentra uno de los yacimientos de gas y petróleo no convencional más importantes del planeta.

Ayer, el ministro de Interior y Transporte anunció que en junio comenzarán a circular trenes O km comprados a China en el ferrocarril Roca, la línea que une La Plata con Constitución. Esas formaciones habrían costado, aproximadamente, 300 millones de pesos. 

Ahora bien, hoy en los depósitos ferroviarios de Los Hornos y en la cercana Gutiérrez, así como también en Gerli, Bolulogne, Rosario o Córdoba, se están oxidando las formaciones usadas que compró Ricardo Jaime a España y Portugal en 2005. El material, convertido en chatarra, demandó un gasto que multiplica por diez lo que Randazzo está anunciando para la línea Roca: unos 500 millones de dólares (4500 millones de pesos).

En diálogo con Hoy, el ingeniero ferroviario Élido Veschi, exsecretario general de la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos (APDFA), aseveró que “Jaime en el 2005 gastó casi 500 millones de dólares en un material inútil, y hoy vemos que se compra material a China que no sabemos cuánto nos va a salir realmente. El kirchnerismo, con Randazzo a la cabeza, nos empeña al futuro”.

Para el autor del libro “Relato sobre el saqueo del sistema ferroviario nacional”, la situación que vive el país, lleva a que “desde el ministerio que conduce Randazzo se sale de shopping y dice dame 10 de aquellos, 20 de aquel otro, y no hay un estudio técnico de nada. ¿Quién dijo que la tecnología china era la más adecuada para nosotros? Son un desastre”.

La labor de Jaime al frente de la Secretaría de Transporte, fue un gran negocio para los empresarios amigos, como Sergio Taselli, los hermanos Cirigliano, los Romero o los Roggio. Ellos trajeron chatarra que después lo reacondicionaron para poner en funcionamiento estas mismas formaciones que hoy se ven en las vías argentinas. 

El material que fue comprado hace 10 años a Portugal y España, lo acaban de presentar desde el ministerio que conduce el oriundo de Chivilcoy, como las nuevas formaciones que van a hacer algunos recorridos que se van a inaugurar a diferentes puntos de la provincia. Pero todo ello tiene un condicionante muy fuerte, la empresa encargada de efectuar ese trabajo fue Materfer, perteneciente a Taselli, es decir, todo queda entre amigos. 

“Es una gran estafa, donde los que se beneficiaron fueron los empresarios, y gran parte de este material ha quedado diseminado por distintas partes del país y no se han podido poner en  funcionamiento. En materia ferroviaria no se hizo más que seguir profundizando el deterioro de la época de Menem y se profundizó el tema de los subsidios con los concesionarios. En vez de avanzar, se retrocedió”, sentenció Veschi.

De los 298 trenes que se compraron en 2005, sólo 86 funcionaron, de los cuales sólo una ínfima porción sigue prestando servicio hoy día. Ahora con la compra de trenes a China, se quiere hacer la misma experiencia, comprando material que prontamente quedará en desuso, tal como ha pasado con varios vagones del Ferrocarril que al poco tiempo de empezar a usarse se han empezado a oxidar. La gestión de Randazzo al frente de los ferrocarriles, a pesar del relato oficial, no para de sufrir decepciones, y más allá que se quiera vender espejitos de colores, la realidad le da una fuerte cachetada al precandidato presidencial K. Hasta ahora sólo se busca esconder los problemas debajo de la alfombra, con la consecuente depresión que eso le traerá al alicaído sistema ferroviario nacional.

Una mala copia de Jaime

La compra de material ferroviario hecha por Jaime fue criticada desde un comienzo, en general porque lo que se trajo no tenía la calidad suficiente para funcionar, no se fabricaban más en Europa, entonces los trajeron acá, significando grandes negocios para las concesionarias.

Ahora se copia el mismo método en relación a los acuerdos con China. “Los convenios con China crean una dependencia técnica absoluta, porque el material no se produce en Argentina, lo han comprado llave en mano, con el mantenimiento hecho por personal chino”, le señaló a Hoy el delegado de la Unión Ferroviaria del Ferrocarril Sarmiento, Edgardo Reynoso.

Para el referente sindical, “del material nuevo, mucho ya está raleado, lo que significa un menor servicio. Todo esto, en una situación comprometida, hace que la flota esté en pésimo estado, y nos pone en una gran situación de dependencia respecto de China”.

“Hay problemas con el sistema del tercer riel, que es lo que conecta a la corriente los equipos eléctricos, porque son de otra medida y eso hace que haya caída de rieles y roturas de patines. Se han modificado todas las estaciones, como ha sucedido en el Ferrocarril San Martín, porque no coincidían los andenes con las formaciones chinas”, destacó Reynoso.

El kirchnerismo parece más preocupado en sacarse una foto y cortar una cinta que en solucionar los problemas reales del ferrocarril. La inoperancia en materia ferroviaria es muy grande, lo que produce una serie de improvisaciones muy grandes por parte de las autoridades, lo que lleva a fallas en los servicios.