Apertura de importaciones y la caída del consumo

Crisis en las industrias del calzado y el cuero: la lucha por seguir en pie

Las empresas de ambos sectores son víctimas del combo que forman la apertura de importaciones, la caída de las ventas y los aumentos en los costos de producción. La federación que agrupa al rubro de calzados presentó al Gobierno un programa para reactivar la actividad, mientras que los trabajadores del cuero encendieron luces de alarma

El proyecto económico del gobierno de Mauricio Macri parece orientado a reducir la industria nacional a su mínima expresión. Al menos esa es la situación que queda en evidencia semana a semana, con sectores que se declaran en crisis y fábricas que cierran o dejan a trabajadores en la calle. 

Fue más que representativo el discurso dado por Macri ante la Asamblea Legislativa el pasado 1° de marzo, cuando el mandatario nacional no mencionó en ningún pasaje de su alocución la palabra “industria”.

En este contexto, la grave situación que atraviesa el sector del calzado llevó a las autoridades de la federación que representa al rubro a entregar al Gobierno un plan de reactivación, al verse afectados por “la caída del consumo, la apertura de importaciones y la eliminación de puestos de trabajo”.

La iniciativa presentada al Estado (que no obtuvo respuestas por el momento) incluye medidas para mejorar la competitividad -como incorporar mayor valor agregado a los productos-, especialización productiva, inserción internacional, fortalecimiento de la cadena de valor y mejores prácticas productivas.

El presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, en diálogo con diario Hoy, definió el nivel de importaciones como “salvaje” y habló de empresas que han quedado “jaqueadas” ante la baja en las ventas.

El año pasado, la caída de la producción fue del 11,2% respecto a 2015. Como contrapartida, aumentaron las importaciones: ingresaron 27,3 millones de pares, lo que representa un crecimiento del 22% con relación al período anterior. Para completar el combo, las ventas se contrajeron el año pasado un 25%.

En tanto, en los dos primeros meses de este año, la cantidad importada superó el 62% respecto al mismo período de 2016, con un fuerte aumento de las compras a Indonesia (83%), Brasil (82%) y China (73%).

La Cámara del Calzado denunció que se perdieron 4.000 puestos de trabajo e informó que el uso de la capacidad instalada es del 63%. “Bajaron los pedidos a nivel nacional por parte de los comerciantes y hay que manejarse con una más baja recaudación y una menor rentabilidad. En tanto, aumentaron el esfuerzo y los gastos. Las empresas están jaqueadas”, aseguró Sellaro.

“Hay que decirle al Gobierno que este sector convive con otros subsectores: los químicos, los gráficos, el de los plásticos, el metalúrgico, proveedores textiles, proveedores curtidores. Se trata de un bloque que genera mucho trabajo en la cadena. Son 85.000 puestos laborales”, resaltó el dirigente del rubro.

Situación “alarmante”

La Industria de Manufacturas del Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA) señaló la semana pasada que la expansión de la actividad importadora, que crece desde 2016, y la caída del consumo provocaron el cierre de 39 empresas del rubro y la destrucción de unos 1.000 empleos.

Desde el sector calificaron “como alarmante” la situación ante el brutal incremento en las importaciones de las principales manufacturas del cuero. El ingreso de productos desde el exterior registró un aumento interanual del 71% en el primer bimestre.

El presidente de CIMA, Ariel Aguilar, relató a este medio que durante todo 2016 “fuimos plantean­do al Gobierno todos los problemas” que registraba el sector. Sin embargo, lejos de recibir ayuda, “a principios de este año, el ministro Nicolás Dujovne, cuando asumió, dijo que para bajar los precios iba a abrir aun más las importaciones”.

Aguilar señaló que “las pymes son las que mayor esfuerzo han hecho para mantener las fuentes de trabajo, porque cuesta mucho formar al personal y hay una relación directa con el empleado. Además uno siempre tiene optimismo con respecto a que la actividad repunte”. No obstante, advirtió que “todas las medidas que vemos apuntan a bajar el consumo, no a incentivarlo”.

El titular de CIMA agregó: “Esto es una señal alarmante para un país que es productor de cueros y en donde los productos extranjeros no deberían ni poder competir, porque esos países tienen que importar la materia prima. Se está destruyendo una de nuestras industrias emblemáticas”.

En los dos primeros meses del año, las compras al exterior de carteras, billeteras, portadocumentos, estuches de cuero, bolsos, mochilas y riñoneras se incrementaron un 71,30% en promedio, superando el millón las unidades ingresadas respecto de igual período de 2016. 

En el caso de las carteras de cuero, aumentaron un 77%. En cuanto a las billeteras, los portadocumentos y los monederos de cuero, el aumento en las importaciones fue de un 89%.

Para Walter Correa, secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores, la administración de Cambiemos “quiere sacar del circuito a la industria nacional”. “El modelo de este gobierno es el modelo australiano, un país agroexportador”, afirmó el dirigente gremial. 

“Acá hay políticas económicas que deben cambiarse. Si este combo nefasto no se revierte, vamos a quedar sumamente complicados, volviendo a 2001”, sentenció.

Números aplastantes

- 22%: aumentaron las importaciones de calzado con relación al período anterior.

- 73%: se incrementaron las compras a China.

- 11,2%: fue la caída de la producción en 2016 con respecto a 2015.

- 9.500.000: pares brasileños ingresaron en 2016.

- 4.000: puestos de trabajo se perdieron en los últimos 15 meses.

- 25%: se contrajeron las ventas el año pasado.

- 82%: crecieron en lo que va del año las compras a Brasil.

- 62%: aumentaron las importaciones en enero y febrero respecto del mismo bimestre de 2016.

La caída del mercado interno, una condena para las pymes

El crecimiento exponencial de productos importados se da en un contexto de aumentos tanto de tarifas y logística, como de insumos que incrementan los costos productivos y de una importante caída del consumo. 

Al referirse a la baja en el nivel de ventas, el presidente de Cima, Ariel Aguilar, graficó: “A la señora, después de pagar todos los impuestos, los alimentos y el colegio de los chicos, hoy no le queda un resto para poder comprarse una cartera”.

Asimismo, consideró un retroceso la eliminación del programa Ahora 12. “Se perdieron dos concepciones muy importantes que contemplaba el Ahora 12: fomentar el consumo y que los productos sean nacionales”, detalló Aguilar. “Ahora, al tener interés, se cayó una de las pocas herramientas que incentivaban el consumo del que viven muchas pymes”, aseguró.

En la misma línea, Alberto Sellaro, de la CIC, también apuntó a la retracción en las ventas tras la eliminación del programa de cuotas sin interés. Dijo que “el plan Ahora 12 se sostuvo fundamentalmente en lo que es indumentaria y calzado, donde la gente podía comprar para la familia tres o cuatro pares de zapatos, gastaba tres mil pesos y pagaba 250 pesos por mes. Eso le daba oxígeno en lo económico para poder comprar”. 

“Con esto de los Precios Transparentes, el precio de contado no ha bajado en nada y de ahí en adelante el interés en 12 cuotas llega al 19%”, indicó.

La alegría es solo brasilera

En 2016, Brasil logró colocar en territorio argentino 9,5 millones de pares y obtuvo por ello una facturación de 111,6 millones de dólares: un incremento del 65,4% con relación a 2015.

En el vecino país, a diferencia de la política local, hubo una reducción de la importación de zapatos fabricados en el exterior. De hecho, las ventas a la Argentina permitieron que, en 2016, en la industria del calzado brasilera no se perdiera ningún puesto de trabajo. Es más, se recuperaron unos 20.000 empleos que habían desaparecido en 2015.

Mientras tanto, del lado argentino, las señales de ahogo de los representantes del sector son cada vez más visibles. Brasil y China continúan ingresando su producción y amenazan con acabar con la fabricación doméstica. 

Una estrategia clara

La apertura comercial es parte de la estrategia oficial para tratar de contener las subas de precios disparadas por la devaluación y el incremento en las tarifas. A su vez, el ingreso de productos baratos del exterior y el aumento en el desempleo intentan limitar la capacidad de negociación salarial de los trabajadores.

Sin embargo, en las vidrieras, los calzados importados no terminan siendo más baratos que los que se hacen en el país. Los importadores y distribuidores son los que finalmente terminan ganando, apropiándose de la diferencia en los costos.

El contexto llevó a que fábricas históricas comiencen a cerrar sus puertas, como en el caso de la empresa Alpargatas, que clausuró su producción en Villa Mercedes y despidió trabajadores de su planta de Florencio Varela. La compañía que comercializa las marcas 

Topper, Mizuno y Rueda, entre otras, informó que dejaba de producir ante la “baja de producción por la apertura de las importaciones, ya que se torna difícil poder competir”. Antes que Alpargatas, la primera compañía en bajar sus persianas fue Herzo, dedicada a la producción de calzado, indumentaria y otros productos para Puma.

Datos que inquietan

- 71,3%: aumentó la importación de manufacturas de cuero en el primer bimestre con respecto a 2016.

- 89%: fue el aumento del ingreso de billeteras, portadocumentos y monederos de cuero.

- 1.000: trabajadores del sector se quedaron sin empleo en el último año.

- 77%: se incrementaron las importaciones de carteras de cuero.

- 30%: bajaron las ventas en 2016.