Del campo a las rutas

Ante el estado crítico de las economías regionales, pequeños y medianos productores de todo el país volverán a movilizarse el miércoles. Entre otras cuestiones, reclamarán por el fin de los cupos a las exportaciones, la eliminación de las retenciones y la contención de la inflación. Preocupación por la indiferencia K

Las postales que llegan desde el interior del país son una muestra cabal de la crisis que atraviesan las economías regionales. Por ellas, en parte, el miércoles los pequeños y medianos productores saltarán del campo a las rutas, para gritar sus reclamos ante un gobierno ciego, sordo y mudo.

Porque el cinismo K no se inmuta ante la evidencia de un crimen que hasta el detective más ingenuo develaría. 

La lenta agonía del campo habla de más de 250 millones de kilos de peras y manzanas podridas; de una industria frigorífica en quiebra, con el cese de casi 200 empresas y más de 20 mil trabajadores despedidos; 1,5 millones de litros arrojados por tamberos resignados. En el Alto Valle de Río Negro, en La Pampa o Santa Fe, las economías regionales se hallan en una situación límite, con sobre-stock, sin poder colocar su producción, trabajando a pérdida, asfixiadas por costos internos que se encarecen por la inflación, la alta presión impositiva, la caída en los precios de las commodities, atraso cambiario. 

Otro dato no menor y fundamental es el encarecimiento del transporte, producto del precio del combustible. Contra la falsa revolución ferroviaria, los camiones se ungen como señores fleteros, a costos inimaginables: basta tener en cuenta que un flete camionero en la Argentina es 87% más caro en dólares por tonelada que en los Estados Unidos.

Los reclamos

Todos estos son síntomas de una tormenta perfecta que, pese a sus esfuerzos, los productores no logran torcer: por los avatares intrínsecos al mercado, la macroeconomía y, sobre todo, por la indiferencia gubernamental.

Por esto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etechevehere, confirmó que el miércoles los dirigentes de la SRA, CRA y Coninagro saldrán otra vez a la ruta, ya que, advirtió, la situación “es insostenible” y renovó sus críticas hacia el gobierno, porque “todavía siguen sin decir lo que van a hacer” respecto al agro. “Con el kirchnerismo siempre se puede estar peor: año a año hemos estado peor”, opinó.

En este escenario crítico, pasado mañana referentes del campo -sector clave de la economía, que -de no estar parado- debería ser fuente de divisas al país y extender el desarrollo a su paso-, llevarán a los pueblos sus reclamos centrales: abrir los ROEs, es decir los cupos de exportación, bajar la carga tributaria, solucionar el atraso cambiario, contener la inflación y eliminar las retenciones a las exportaciones de granos, un impuesto que, en otro comentario desafortunado, intentó justificar el ministro de Economía, Axel Kicillof, al decir que “se usa para pagar jubilaciones” e “infraestructura” del campo.

Como alguna vez escribió Gabriel García Márquez, “lo peor de la crisis es que obliga a decir mentiras”.

El maíz enciende la alarma

La crisis del cultivo del maíz es “gravísima” y “terminal”, mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) anunció que a la caída de un 40% de la siembra en primavera del cereal de primera, en diciembre también se retirarán las intenciones del tardío o de segunda, “estas formas alternativas de hacer maíz, tan importantes en los últimos dos años, quedarían relegadas en esta campaña 2015-2016”. Así se desprende de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), que dio a conocer un alarmante informe luego de un sondeo en la zona núcleo productiva que abarca parte de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. 

En este contexto, Martín Fraguío, director Ejecutivo de Maizar (asociación que  agrupa a toda la cadena de valor de maíz y sorgo argentinos) reconoció que “la situación es gravísima y terminal”, y agregó que hay un “desánimo total en el  mercado granario por la falta de precio para maíz y trigo”.

En tanto, los maíces de segunda o tardíos se reservarán para diciembre, cuando esté el nuevo gobierno en el poder y se conozcan las medidas para la economía y el campo.