Duro revés para el juez trucho

Tras el fallo de la Cámara Nacional Electoral revocando lo dictaminado por Laureano Durán, se decidió elevar a 50 las boletas por precandidato para distribuir junto con cada urna en la provincia. Nuevo traspié para un magistrado flojo de papeles

El juez trucho Laureano Durán sufrió ayer un nuevo papelón a su lamentable accionar al frente del Juzgado Federal Nº 1 de La Plata, único con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires, al revocar la Cámara Nacional Electoral (CNE) la resolución que dictaminaba un máximo de 25 boletas por precandidato para distribuir junto con cada urna.

Durán, que desde su asunción como magistrado ha estado sumergido en una polémica tras otra, primero porque de ser un simple auxiliar escribiente y por su llegada a La Cámpora y otras vertientes del kirchnerismo, fue designado el año pasado para ocupar el juzgado federal platense encargado de supervisar los comicios en el distrito más grande del país, que representa a casi el 40% del padrón electoral nacional.

Es tan fuerte el dislate del juez trucho que sus resoluciones casi siempre fueron revocadas por las Cámaras superiores. Esto fue lo que  ocurrió luego de fijar en 25 el número de papeletas que cada partido político podía adjudicar con cada urna, disposición que fue revocada ayer por la CNE ante las inconsistencias de su dictamen.

Tras varias horas donde reinó la incertidumbre, en la tarde de ayer, los apoderados de todos los partidos políticos que intervienen en la provincia de Buenos Aires se hicieron presentes para mantener una reunión con Durán en la Secretaría Electoral Nacional, División de Urnas y padrones, localizada en la calle 70 y 21 de La Plata. Allí se resolvió elevar a 50 las boletas por precandidato para distribuir junto con cada urna en la provincia. El convite comenzó alrededor de las 15, leyéndose la resolución de la Cámara Nacional Electoral. Luego se dio la palabra a cada uno de los apoderados de los partidos que intervendrán en la elección, en la que se acordó que 25 boletas era poco y 350 era logísticamente imposible para cualquier partido. Entonces se resolvió que fueran 50 las boletas por urna, duplicándose también las boletas de contingencia para cada escuela.

Palabra sin peso
Es tan poca la autoridad que impone un magistrado sin el conocimiento suficiente para ejercer el cargo que ejerce, que todas sus decisiones son objetadas desde distintos estamentos del Poder Judicial. Sus resoluciones terminan siendo meras burlas para la Justicia, logrando con ello una oposición manifiesta a su proceder.

Jaime Linares, candidato a gobernador por el frente Progresistas que lidera Margarita Stolbizer, aseveró que “es lamentable que haya sido necesaria la intervención de la Cámara Electoral para revocar una resolución que se resolvía solamente aplicando el sentido común. El juez no es competente para la tarea que se la ha encomendado y por eso seguimos dudando de su imparcialidad. Es evidente que esta situación discriminatoria para con los partidos más chicos se podría haber evitado”.

Los apoderados del frente Cambiemos (UCR-PRO-CC), evaluaron que “más allá de lo que establezca la resolución que firme Durán, el límite es fáctico, ya que lo que él establecía era imposible de llevar adelante, por lo que era cuestión de horas que se modificara algo que sólo favorecía al oficialismo y abría el paso al fraude electoral en la provincia de Buenos Aires”.

Desde el Nuevo MAS, el apoderado Facundo Gaspari, afirmó que “lo determinado hoy (por ayer) no evita que se pueda cometer cualquier tipo de trampa en las elecciones. Hay una resolución judicial, pero atrás de esto hay una realidad que vive el país, que es que siguen primando los partidos que cuentan con punteros políticos trabajando con ellos. La ley para nosotros sigue siendo siempre a favor de los partidos grandes, no para los más chicos”.

El revés que le originó el fallo de la Cámara Nacional Electoral a la escasa autoridad que Durán posee en la Justicia, lleva a que la posibilidad de fraude en el mayor distrito electoral de la Argentina esté más latente que nunca, ocasionando un daño institucional muy grande a la democracia, por culpa de un juez trucho que ha demostrado una alta incapacidad para ejercer su cargo.

Polémico accionar

A sus 33 años, y con muy poca experiencia en sus espaldas para acceder a un cargo de tan alta jerarquía, Durán ha incurrido en fuertes controversias en materia resolutiva, como habilitar al partido político liderado por Alejandro Biondini, un seguidor de Adolf Hitler, para que pueda competir en las PASO.

Ni bien asumió el cargo, dio preponderancia a los militantes de La Cámpora para dirigir las tareas previas a las elecciones, como la depuración de los padrones, los cuales no han ido a trabajar casi nunca y no prestan el servicio para el que fueron contratados. Eso no fue todo: según pudo saber Hoy, habría nombrado en planta permanente a varios amigos personales, relegando a numerosos agentes de probada idoneidad que desde hace años se desempeñan como contratados en la secretaría electoral.

Su designación como juez ya había sido cuestionada por el payasesco acto de haber informado en su página web que había ingresado a trabajar como relator en la Cámara Federal platense en el año 2000, cuando sólo tenía 18 años, algo insostenible se mire desde donde se lo mire.

Excusas sin sentido

Desde el Juzgado Federal Nº 1 de La Plata que comanda Laureano Durán, dejaron trascender que la Justicia, y su juzgado en particular, pasa por un estado de “caos” muy grande, de allí que sea imposible “albergar y distribuir” todas las boletas en la provincia de Buenos Aires.

El juez flojo de papeles alega que desde el 2011 se han duplicado la cantidad de listas, llevando esto a que haya una doble cantidad de boletas.

La admisión de su incapacidad para conducir el acto electoral deja en claro la poca consistencia de las autoridades encargadas de velar por la legalidad del mismo, debilitando aún más la República en nuestro país.

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