El poder adquisitivo, en caída libre

La capacidad de compra de los ciudadanos disminuyó un 29% durante 2016. Aceites, fideos, carnes y harinas lideran el ranking de alimentos que la gente dejó de adquirir debido a la crisis. Alertan por la profundización de un círculo vicioso para la economía nacional

La recesión y el aumento cotidiano en los precios de los productos de la Canasta Básica Alimentaria atraen la atención de los argentinos, que ven cómo día a día su poder adquisitivo pierde poder ante la inflación. El primer año de Mauricio Macri  no trajo datos alentadores al respecto, sino que, por el contrario, la misma trepó a altos niveles, golpeando duro en el salario de los sectores más humildes.

Un estudio realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) sostiene que durante el año pasado el poder adquisitivo cayó un 29%, sacudiendo más a los sectores humildes y desprotegidos de la nación.

Según advierte el informe, que tenía como fin evaluar la proporción del salario que requiere la adquisición de una canasta que permita a las familias estar por sobre la línea de pobreza, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) tuvo una fuerte caída a lo largo del año pasado, en el que se necesitó nada menos que el 135% del mismo para poder adquirir los artículos de su subsistencia básicos.

La caída más significativa se vio en el aceite, que disminuyó un 53% su compra en la sociedad, seguido por las harinas (43%), leche (37%), huevos (36%), tomates (35%), carnes (32%), fideos (25%), y arroz (13%). Esto se suma a otros datos negativos, como que los precios de los productos de la canasta básica total aumentaron durante 2016 un 45%, y que el poder adquisitivo de los asalariados tuvo el año pasado un descenso del 7,4%.

Contexto complicado

El escenario abierto en el país pone sobre la mesa cómo el gobierno de Cambiemos no ha podido cambiar en forma sustancial una matriz económica que golpea con fiereza a los que menos tienen. En diálogo con diario Hoy, el economista y doctor en Ciencias Sociales, Julio Gambina, señaló que “la recesión generó una baja en el poder adquisitivo de los ciudadanos el año pasado, y los sectores más bajos fueron los que más sufrieron esta triste realidad”.

Para el profesor de la UBA y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), “esta merma ha transformado a la economía nacional en un círculo vicioso, ya que un menor consumo y una caída en la capacidad de compra en las familias significa una menor industrialización y un descenso en materia laboral, o sea que el círculo va generando que haya cada vez menos trabajo, más despidos, y una situación caótica”.

“Cuando uno mira políticas efectuadas por el Estado nacional, ve cómo se flaquea, y no se da respuesta a las necesidades esenciales de los sectores populares. Solo se piensa en el círculo dominante y no en los que menos tienen. Se está creando un ambiente de crisis muy grande del cuál será muy difícil salir al corto y mediano plazo”, resaltó Gambina.

Una caída del poder adquisitivo en los sectores más vulnerables, que muestra la baja en la actividad en la Argentina, ubica a la economía nacional en terapia intensiva y con pronóstico reservado.

Salario real, a la baja

Un informe realizado por el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE), perteneciente a la Universidad de Belgrano, reflejó ayer que el salario real de los trabajadores cayó un 7% durante el año pasado.

La principal causa de esta merma estuvo dada en que los incrementos de sueldos acordados en 2016 entre los gremios y los empresarios no alcanzaron el mismo ritmo de la inflación de ese período. El mayor retroceso se produjo entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, cuando la inflación acumulada fue del 30%, frente a un incremento salarial de tan solo 18%, lo cual implicó un deterioro en términos reales del 9%. 

Las menores tasas de inflación del segundo semestre permitieron una recuperación parcial, arribando así a la cifra de 7% entre noviembre de 2015 e igual mes de 2016. Se advierte además que si bien los precios evolucionaron siempre por encima de las remuneraciones desde enero de 2016, la brecha tiende a estrecharse a partir de agosto.

Números de una realidad candente

- 135% del Salario Mínimo Vital y Móvil se necesita para adquirir la Canasta Básica de alimentos.

- 53% descendió la compra de aceites en los últimos doce meses.

- 45% aumentaron los productos de la canasta básica en 2016.

- 43% mermó la adquisición de harinas por parte de los sectores más humildes.

- 37% disminuyó el consumo de leche anual por familia a lo largo de 2016.

- 32% menguó el volumen de adquisición de carne durante el año pasado.

- 29% cayó la capacidad de consumo en 2016.