Escándalo: hasta el Gobierno intenta no pagar Ganancias

La estatal Aerolíneas Argentinas convalidó un polémico mecanismo para sortear el impuesto. Su titular reconoció así que el gravamen defendido por el kirchnerismo, afecta a los trabajadores y es regresivo

La economía argentina enfrenta una de las crisis más importantes de la historia, miles de trabajadores en todo el país temen por sus puestos de trabajo y los que no se ven obligados a pagar viles gravámenes como el impuesto a las Ganancias. En su afán recaudador, el gobierno de Cristina Fernández ha mantenido su postura a pesar de las críticas y continúa esquilmando los ya vapuleados bolsillos de millones de argentinos.

Paradójicamente, ayer se conoció la noticia de que el propio titular de la estatal Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, convalidó un peculiar sistema para que sus empleados alcanzados por la disposición oficial, puedan esquivar el polémico impuesto y eviten tributar por su salario. Se trata de un curioso premio que será entregado el mes próximo por única vez.

El polémico mecanismo fue ideado por los gremios nucleados en la Federación de Personal Aeronáutico (FAPA) y aprobado por la dirigencia de la empresa. Según trascendió, Aerolíneas girará el efectivo directamente a los sindicatos para la conformación de un “fondo de ayuda social”; luego, tras descontar algunos gastos administrativos, esas sumas serán distribuidas en partes iguales entre los trabajadores de la empresa, ya que las cantidades fueran diferentes, se caería en el delito de evasión impositiva.
La operatoria es sencilla y de esta manera la propia administración estatal de Aerolíneas sede a las exigencias de los aeronáuticos, un gremio fuertemente afectado por el alcance del impuesto y que ahora gozará de un aumento real del 30,03% de su salario en lo que va del año.

Lo llamativo es que la empresa, una de las joyas de la corona K al borde de la quiebra, admitió que el impuesto es regresivo y afecta severamente a simples trabajadores, que día a día hacen un gran esfuerzo para enfrentar los problemas que les genera una economía en fuerte recesión y una inflación que deprecia sus salarios a diario. El relato kirchnerista vuelve a resquebrajarse y muestra una vez más que la realidad dista mucho de las fantasías elaboradas por el Gobierno argentino.

“Esta gestión viene demostrando con hechos que defiende a la empresa con los trabajadores, y cuidando no solo los puestos de trabajo sino también los salarios. En esta etapa se cuida la empresa acompañando el plan de negocios y trabajando para seguir brindando un buen servicio y tener cada vez más pasajeros a bordo”, sostuvo la empresa a través de un comunicado. Lo que no dijo es que a través de este curioso mecanismo, Aerolíneas estará yendo en contra de los preceptos de la propia presidenta argentina, que en reiteradas ocasiones se negó a subir el mínimo no imponible del controvertido impuesto.