Corrupción K

Bonadio dispuso intervenir la empresa Los Sauces y la sucesión de Néstor Kirchner

El juez federal ordenó ayer, además, que representantes judiciales verifiquen los movimientos de las empresas de Cristóbal López, Lázaro Báez y del exsocio de Máximo Kirchner, Osvaldo Sanfelice

El juez federal Claudio Bonadio dispuso intervenir la empresa Los Sauces, de la familia Kirchner, y la sucesión de Néstor Kirchner, en el marco de la causa en la que se investiga la presunta comisión de los delitos de cohecho y lavado de activos, a través de alquileres cobrados por esa firma inmobiliaria a empresas de Lázaro Báez y Cristóbal López. 

Las intervenciones de las dos sociedades fueron establecidas para un plazo de seis meses, período en el que las personas designadas deberán informar cualquier operación comercial que hagan con sus socios o con las firmas de los empresarios investigados e identificar cualquier documentación al respecto.

Bonadio busca determinar todos los movimientos patrimoniales que se realizaron en los últimos tiempos en esas sociedades, con el fin de establecer si existieron manejos irregulares para eludir eventuales sanciones económicas en el marco de las causas en las que está involucrada la exmandataria Cristina Kirchner, su familia y empresarios allegados.

Las sospechas

En su resolución, el magistrado sostuvo que ordenó la intervención tras haber detectado una serie de anomalías en el funcionamiento de la empresa Los Sauces y de la sucesión del fallecido expresidente, que ad­mi­nistraba hasta ayer su hijo Máximo.

Según Bonadio, “las irregularidades detectadas dan cuenta de que podrían haberse llevado a cabo maniobras ilícitas que estarían relacionadas con el lavado de activos de origen delictivo, cohecho, omisión de información en las declaraciones juradas de la sociedad, falsificación de documentos públicos, entre otras”.

“Es posible que el dinero encontrado en las cuentas y caja de seguridad de titularidad de Florencia Kirchner provenga de la actividad de la firma Los Sauces SA, previo paso por cuentas de otros socios, de la misma Florencia Kirchner y de la sucesión de Néstor Carlos Kirchner”, hipotetizó, en alusión a los 4.664.400 dólares embargados el 3 de noviembre por el juez federal Julián Ercolini, tras abrir una caja de seguridad a nombre de la hija de los expresidentes, dinero que Florencia declaró que era parte de la sucesión de su padre.

La elección del interventor -administrador de las sociedades se hará por sorteo, teniendo en cuenta a quienes se encuentran disponibles en el sistema informático de la Corte Suprema. 

Empresarios K, en la mira

Además de supervisores en Los Sauces y en la sucesión de Néstor Kirchner, Bonadio designó “interventores informantes” en empresas que aparecen relacionadas con la familia de la expresidenta. “Se encuentran bajo investigación diferentes operaciones comerciales -contratos de alquiler y compra-venta de bienes inmuebles- que Los Sauces SA celebró” con empresas de Lázaro Báez, Cristóbal López y con un viejo socio de los Kirchner, Osvaldo Sanfelice, sostuvo el juez.

En su resolución, explicó que “durante el desarrollo de la presente investigación se advirtieron una gran cantidad de vinculaciones comerciales y/o financieras y/o laborales entre la familia Kirchner -dueña de Los Sauces SA- y empresas del grupo de Lázaro Báez; también con Indalo, propiedad de Cristóbal López y Fabián De Sousa; y con el grupo de Osvaldo Sanfelice, exsocio de Máximo Kirchner en la firma Negocios Inmobiliarios SA que maneja la inmobiliaria Sanfelice Sancho y Asociados”. 

Para Bonadio, los vínculos entre los empresarios investigados y la exfamilia presidencial “forman parte de una suerte de enjambre societario, que conduce a una confusión económica y jurídica de la mayoría de estos patrimonios (los investigados), y que podría demostrar un lavado de activos de origen ilícito”.

El magistrado entendió que “surge palmario el entrecruzamiento comercial, financiero y jurídico entre los imputados o sus sociedades, donde nos podríamos encontrar con actos de lavado de activos de origen ilícito que es necesario desentrañar a fin de verificar los extremos de la denuncia, sus ampliaciones y los requerimientos fiscales”.

Números que no cierran

En su resolución, el juez Bonadio detalla grandes diferencias entre los valores declarados y los reales en los inmuebles de Los Sauces SA, según el informe del Tribunal de Tasación de la Nación (TTN). 

Por ejemplo, el valor de la casa de la expresidenta está declarado en US$ 250.000, cuando su precio supera los US$ 570.000. Un complejo de Alvear 391, en Río Gallegos, cuyo terreno Cristina Kirchner aportó a la empresa por $13.500, está tasado por el TTN en $821.300. Y, luego de realizada la obra, el valor llegó a $1.466.012.

Un caso parecido es el del condominio de Moreno 882, que Néstor Kirchner aportó a Los Sauces declarando que el terreno valía $13.500, cuando su costo real era de $752.000, trepando a $974.000 cuando terminaron de construirlo, tarea a cargo de Lázaro Báez, a quien le pagaron $1.478.158,62. 

Respecto al dúplex y cinco cocheras de Madero Center que alquila Cristóbal López, Bonadio señala que hay “superposición” de inquilinos, ya que el empresario K realizó pagos en 2009 por alquiler, cuando ocupaba el departamento una empresa que no le pertenece. También se detalla un informe de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), N°100/2016, que muestra diversos movimientos de dinero entre la sucesión de Néstor Carlos Kirchner, administrada hasta ayer por Máximo Kirchner, y Los Sauces SA. Se trata de $3.250.000 y $450.000 que fueron movidos desde dos cuentas que la firma inmobiliaria tiene en el Banco Santa Cruz y en el Banco Nación con sede en Río Gallegos, y que, “previo paso por otras cuentas, han finalizado su derrotero en las cuentas que Florencia Kirchner” tiene en el Banco Galicia, donde le encontraron US$ 5 millones que Bonadio pidió que se embarguen.