Carmen Palacios Arias, jueza del TOC Nº 5, en diálogo con Hoy

Los delitos contra la integridad sexual y la valoración de las pruebas

La presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 de La Plata, Carmen Palacios Arias, explicó la importancia de tomar en cuenta todos los elementos para emitir un veredicto. Los peritajes, los gestos y la necesidad de una investigación adecuada

"Hay que tener una valoración en conjunto de toda la prueba”, afirma la jueza Carmen Palacios Arias. Sus fallos son considerados ejemplares e igualmente inobjetables. Fue la única magistrada que votó a favor de condenar al docente Lucas Puig en primera instancia y también acompañó la condena a 37 años de prisión para Christian Martínez Poch, entre las causas más relevantes. 

“Los casos de delitos específicos de abusos sexuales son de difícil comprobación, aunque no es imposible hacerlo. Hay que ser muy cuidadoso en su valoración, porque son los denominados delitos cometidos en las sombras, es decir, por lo general no tienen testigos. Uno tiene que tener una cuidadosa mirada respecto de qué pruebas hay, porque, en definitiva, el tema pasa por un análisis detenido de las declaraciones de la posible víctima y también del imputado, y esta es una forma de garantizar la búsqueda de la verdad”, sostuvo la presidenta del TOC N° 5.

En este sentido, la jueza sostuvo: “Se deben tener en cuenta un montón de elementos adicionales que se ventilan en un juicio, hay que tener una valoración en conjunto de toda la prueba. De lo que se habla en este fallo de Lucas Puig es de la valoración de la totalidad de la prueba. En realidad, tiene que ser así en todos los veredictos, porque una sentencia de este tipo no puede ser tachada de arbitraria”.

Los peritajes

“Si bien en este tipo de delitos es troncal la declaración de la víctima, tienen que existir otros elementos, ya que generalmente no hay testigos, o hay pocos del momento mismo del hecho. Muchas veces, son importantes los reconocimientos médicos de aquellos profesionales que, inmediatamente después de cometido el hecho y realizada la denuncia, revisan a la víctima. Ellos son los que tienen un primer contacto con ella en la condición de mayor vulnerabilidad, como por ejemplo la gente del gabinete de Delitos de Abusos Sexuales de la Policía Departamental, que trabaja muy seriamente, y es la que realiza una transcripción textual de lo que dice el damnificado en esos primeros momentos tan delicados. Se hace un exhaustivo informe médico, también son importantes las pericias psicológicas, todo esto otorga, de alguna manera, la credibilidad”, comentó la jueza. 

En los casos en los que la víctima tarda en denunciar el hecho, la magistrada explicó que “muchas veces, cuando son menores los relatos, los hechos impactan muy fuertemente, por lo que los damnificados tardan en develar su secreto, ya sea porque están amenazados o porque esto impactaría negativamente en la familia. En ocasiones, lo hacen a partir de que ven amenazado a otro miembro de su familia, en el caso de los delitos intrafamiliares, por ejemplo, o partir de hechos muy puntuales que quizás uno no le daría mayor trascendencia, como por ejemplo hechos de la vida cotidiana, pero que en los chicos sí influye de alguna manera y funciona a modo de disparador para que se animen a hablar. Entonces, a veces, pasa mucho tiempo desde que se cometió el hecho. Las pericias psicológicas son fundamentales, sobre todo si la víctima realizó alguna terapia en particular”. 

La importancia de los gestos

Con referencia a las declaraciones del imputado, la jueza platense Carmen Palacios Arias comentó que “también forman parte de la prueba y hay que analizarlo, tanto la prueba de cargo como de descargo. Una imitación semejante sobre delitos muy graves requiere un análisis integral de la prueba, hay que ver si estos dichos del imputado se contradicen. Lo mismo ocurre en la declaración de la víctima, más allá de que a uno, a través de la inmediación en un juicio oral, le impacte, porque de repente tiene una afluencia en su relato, porque es un relato sin fisuras que no se contradice, por la gestualidad”.

En el caso de los gestos, explicó la magistrada, “también uno no lo ve en esta dinámica de los juicios orales después de tanto tiempo. Los jueces de tribunales orales tenemos, de alguna manera, esa práctica si se quiere para valorar cómo impresiona un testigo, pero el análisis no queda ahí, sino que hay que ver después, en una segunda etapa, si ese testimonio se corrobora o se contradice con otros hechos de la causa, con otras pruebas. Es un análisis muy pormenorizado, y por esos filtros también pasa la declaración del imputado”. 

Cuando se trata de evaluar los testimonios de los niños “siempre que estén en condiciones de declarar, porque a veces no lo están, es importante que se realice una cámara Gesell como corresponde y que el niño sea interrogado por profesionales que saben cómo abordarlo, obviamente por psicólogos. Muchas veces los abogados no son las personas más adecuadas para hacer un interrogatorio en estas circunstancias. Hay un protocolo de la Corte Suprema que indica cómo se debe llevar adelante un interrogatorio”. 

Las penas suelen llegar a los 30 años

“Los jueces tenemos parámetros para fijar pautas mesurativas de la pena, que tienen que ver con la naturaleza del hecho y con un montón de circunstancias que uno valora, que pueden ser atenuantes o agravantes. Los hechos respecto de la integridad sexual son muy graves e impactan tremendamente en la vida de las víctimas. Estos daños son realmente irreparables, los damnificados aprenden a vivir con eso, lo llevan para toda la vida. Les cuesta, en el caso de los que son mayores, entablar una relación, formar una pareja. Las víctimas no se olvidan de esto, los daños son importantes”, señaló la jueza Carmen Palacios Arias respecto de las condenas que, en su tribunal, muchas veces llegan a los 30 años. 

En este marco, Palacios Arias aclaró que “hay condenas con montos importantes porque tienen que ver con la gravedad. De todos modos, no es una tarea sencilla, porque cuando uno resuelve la imposición de una pena, lo hace pensando en muchas personas que hay detrás. Para la víctima puede llegar a ser una forma de dar vuelta la página, porque muchas veces necesitan ser escuchadas, y para el imputado también es importante ya que le significa muchos años de encierro en condiciones que no son las mejores”.

En cuanto a la investigación de un caso, la magistrada sostuvo que “los primeros pasos que se dan son fundamentales. Si no se colectan adecuadamente las pruebas, a veces es difícil remontarlo cuando llegan a ser juzgados”.

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