Los ñoquis de CFK: descontrolado aumento del gasto salarial

En los últimos cuatro años, creció en un 180% la cantidad de contratos políticos en el Estado. La mayoría tuvo como destino a los militantes rentados de La Cámpora

La necesidad de tapar la desocupación real, sumado a la creación de un gigantesco aparato de clientelismo político, hizo que el empleo público creciera a niveles exorbitantes en los últimos cuatro años.

Ahora bien, la fiesta del despilfarro está llegando a su fin. Y por eso la situación se vuelve cada más difícil de sostener ya que las cajas del Estado, para financiar este enorme gasto político y sostener una incalculable cantidad de ñoquis, se están secando.

Las consecuencias, indefectiblemente, caen sobre el bolsillo de los ciudadanos que deben afrontar una cada vez más pesada presión impositiva, producto de la voracidad de un Estado que se está volviendo un elefante blanco hambriento, ineficiente e improductivo.

De ahí se explica, por ejemplo, que un gobierno que se dice progresista –pero que en realidad representa a la derecha más rancia- esté obligando a los miles de trabajadores, con módicos salarios, a tributar el Impuesto a las Ganancias.

Hay números que hablan por sí solos: el Gobierno nacional incrementó en los últimos cuatro años un 160% la partida total de gastos en personal de la administración pública nacional, y en un 181% los contratos temporarios del Estado, cuya mayoría beneficia a los jóvenes –y no tan jóvenes- militantes rentad os de La Cámpora. De esta manera, desde 2009 hasta 2013, el presupuesto en sueldos de empleados estatales aumentó en $ 43.349 millones.

En 2009 se gastaron $ 27.038 millones en salarios, mientras que en el presupuesto de este año se prevén pagar $ 70.387 millones. De ese modo, en 2013 el salto será de 160%, un porcentaje que supera ampliamente a la inflación acumulada en el período, aun la calculada por consultoras privadas.

En tanto, el gasto en personal con contrato temporario -que tiene vigencia de un año, pero que puede ser renovado- resultó de $ 2396 millones en 2009 y se estima que será de $ 6730 millones para todo 2013. Es decir que subió 181%. La erogación en personal de planta permanente alcanzó en 2009 los $ 24.642 millones y se calcula en $ 63.358 millones para 2013. La masa salarial en términos nominales trepó 157%.

Los datos surgen de un estudio de auditores oficiales del Estado especializados en el análisis del Presupuesto y difundido por la página www.elauditor.info, que edita la Administración de Personal de Organismos de Control (APOC).

Se estima que el personal de planta permanente como el contratado podría aumentar este año electoral, en el que Cristina Kirchner se jugará en las elecciones del 27 de octubre la posibilidad de reformar la Constitución y buscar una segunda reelección en 2015. Según fuentes gremiales, los principales beneficiarios de los contratos temporarios son los militantes de La Cámpora y de Unidos y Organizados.

Organismos más beneficiados

A la hora de discriminar los organismos más beneficiados por el aumento de la masa salarial (en este caso, hasta 2012, ya que aún no se desagregó 2013):
Anses: pasó de $1525 millones a $4037 millones. Esto representó un incremento nominal de la masa salarial de 165%, una suba real de la planta de 45%, deducido aumentos de salarios de 82%.

Registro Nacional de las Personas:
(Renaper), el salto fue $146 a $465 millones, un 218%.
Ministerio de Desarrollo Social
Que preside Alicia Kirchner, pasó de $462 millones a $1226 millones, lo que implica un salto de 165% y 46% de suba real. En tanto en Planificación Federal la escalada fue de $1172 millones a $2490 millones, con un salto proporcional de 112% y 17% de suba real.
También hubo fuertes incrementos en la Dirección Nacional de Migraciones y en la Jefatura de Gabinete.

El saqueo de la Anses y el empleo

El crecimiento sideral del empleo estatal se produce en momentos en que hasta el propio Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tuvo que reconocer, en 2012, que se estancó la generación de puesto de trabajo en el sector privado.

En realidad, la situación sería muchísimo peor ya que, desde hace años, el sistema productivo está reducido a la mínima expresión y, por ende, la generación de trabajo genuino brilla por su ausencia. El bache se cubrió con el empleo público, y con los planes de asistencialismo que condenan a millones de compatriotas, de sectores sociales postergados, a sobrevivir con dádivas que salen desde el Estado.

La enorme creación de trabajo resultó, en rigor, un pilar del exponencial aumento del gasto público de la gestión de Cristina Kirchner, no ajeno a los objetivos electoralistas del Gobierno. Esta suba obligó al Tesoro a financiarse con préstamos del Banco Central, de la Anses, y del PAMI, entre otros organismos, y con emisión monetaria, lo cual repercutió en la escalada inflacionaria.

Se estima que la planta permanente de empleados supera los 400.000 agentes públicos y los 52.000 empleados contratados en forma temporaria, de los cuales la mitad podría corresponder al período de gestión del
kirchnerismo.