Martín Lousteau: “Mi candidata a presidente es Margarita Stolbizer”

Tras ratificar que no se baja del balotaje porteño, el postulante de ECO manifestó su apoyo a la líder del frente Progresistas. Un paso más en la fragmentación de la alianza nacional Cambiemos, que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica

El domingo, en la Capital Federal, triunfó el objetivo por excelencia de la oposición: desterrar de la Ciudad al kirchnerismo, representado por el camporista Mariano Recalde.

Pero las secuelas de la elección, como muestra testigo del escenario nacional, y más allá del papelón K, no deben pasar inadvertidas.

El candidato a Jefe de Gobierno porteño del PRO, Horacio Rodríguez Larreta (45,5%) ganó cómodo, pero no le alcanzó para evitar el balotaje con el postulante de ECO, Martín Lousteau (25,5), quien ratificó que no se bajará de la segunda vuelta del próximo 19 de julio.

Jactándose de su independencia, el exministro de Economía se aferró a su decisión de darle batalla al PRO pese a que, junto al partido macrista, la UCR y la Coalición Cívica (CC), su fuerza integra a nivel nacional la alianza Cambiemos. Y fue todavía más allá, al adelantar que en la interna presidencial de agosto apoyará a la dirigente de Progresistas, Margarita Stolbizer, que sumó así un importante respaldo.

Por eso, ayer recrudecieron los cortocircuitos en el frente opositor que ya ha dado muestras de quiebres.  Para la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió, lo que ocurrió en las elecciones porteñas “es un aprendizaje. En las PASO tendrían que haber competido ECO y PRO en un frente, fue mi propuesta pero no hubo acuerdo”, tuiteó ayer, y opinó que ir o no al balotaje “es una decisión de Lousteau, yo no interfiero, pero la estrategia no debe ser la confrontación”.

En tanto, el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, avaló la segunda vuelta y desafió a Mauricio Macri: “Si Lousteau le gana a Larreta favorecería mi candidatura presidencial”.

Así las cosas, ni Carrió ni Sanz (que en las PASO porteñas de abril acompañaron a Lousteau en el búnker de ECO), estuvieron el domingo para alentar a su “pollo” capitalino. Tampoco saben si estarán el 19 de julio, cuando el economista de los rulos compita en la segunda vuelta, “pese a las presiones” que, según denunció, existen para que se baje.

La brecha en Cambiemos se profundiza cada vez más: el aspirante de ECO igualó a Macri con el kirchnerismo; y confirmó que en las presidenciales no se decantará ni por Sanz, ni por Carrió, sino por Stolbizer, quien, ante el abandono de los suyos, el domingo lo llamó para felicitarlo. Y ayer, Lousteau fue contundente: “Apoyo a todo nuestro espacio, pero mi candidata a presidente es Margarita”.

La izquierda llamó a votar en blanco

La diputada nacional y excandidata a jefa de gobierno porteñopor el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Myriam Bregman, convocó a su partido a “votar en blanco” en el balotaje del 19 de julio, al considerar que “los dos candidatos son parte de un espacio político proempresario”.

“Hablar de ‘libertad de acción’ cuando ni (Horacio Rodríguez) Larreta ni (Martín) Lousteau representan los intereses del pueblo trabajador de la Ciudad es hacerle el juego a alguno de ellos”, disparó Bregman, y analizó que “el voto en blanco, que se contabiliza, es la mejor opción para darles la espalda a los dos y así dejar en claro el rechazo a sus pactos en la Legislatura, a sus tarifazos y a su política a favor de la especulación inmobiliaria”, concluyó.

Perdedor y sin argumentos

Hay algo que la doctrina de las verdades camporistas olvidó enseñar a sus militantes: ser un buen perdedor.

Porque en una declaración con ribetes insólitos, el derrotado candidato a vicejefe de Gobierno porteño por el kirchnerismo, Leandro Santoro, consideró que “con unos pocos días más de campaña”, el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, hubiera entrado en el balotaje, e interpretó que las “operaciones mediáticas” en torno a la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman perjudicaron “las posibilidades del Frente para la Victoria”.

Como siempre, en las insólitas teorías conspirativas K, el triunfo es propio y la derrota, ajena, de los medios, de los muertos. Contrario al relato oficial, la realidad es que el pueblo se cansó y en las urnas propina su cachetada a una clase política que ya no lo representa.