Máxima contaminación: La corrupción mata

Investigaciones científicas y académicas vienen alertando desde hace tiempo por la contaminación de las empresas del polo petroquímico de Ensenada. La inacción de los gobiernos municipales es total. Polémicos vínculos

Cuando comenzó la revolución industrial, todos los países que atravesaron por ese proceso tuvieron problemas con el medio ambiente. Pero, una vez que se consolidaron como naciones desarrolladas, emprendieron acciones decididas para reducir de forma muy significativa la contaminación, llegando incluso a recuperar ríos que durante décadas recibieron cientos de toneladas de residuos cloacales e industriales.

En los casi 11 años de gobierno K, no se hizo una cosa ni la otra.  El llamado “modelo” se basa, principalmente, en la exportación de commodities sin valor agregado, utilizando al Estado para financiar el clientelismo político y como bolsa de trabajo para ocultar la desocupación real;  mientras que la participación del sector industrial es cada vez menor. Poco y nada se produce con valor agregado. 

Para colmo, un puñado de empresas amigas del poder actúan sin ningún tipo de control, provocando daños cada vez más severos en el medio ambiente y sobre la salud de la población. Un claro ejemplo de ello es lo que sucede en el polo petroquímico de Ensenada. Allí funciona la refinería más grande de YPF en todo el país, pero también otras compañías como Siderar y Copetro, todas cuasi monopólicas y con fuertes lazos con el poder político, que suelen mirar para otro lado a la hora de hacer los controles.

Carbón de coque

El carbón de coque que se produce en la planta Copetro despierta fuertes polémicas desde hace años. En 2007, el investigador Juan Carlos Bidegain, integrante de la Comisión de Investigación Científicas (CIC) de la Provincia, dio a conocer un estudio sobre partículas de carbón de petróleo o coque encontradas en domicilios particulares (provendrían de Copetro), arrojando indicios acerca de la presencia de algunos metales pesados que podrían ser perjudiciales para la salud (vanadio, cobalto, estaño, molibdeno, etc”), causando posibles alteraciones en el ADN de los seres vivos. Estos resultados se suman a las denuncias que desde hace varios años vienen realizando vecinos (se presentaron casi 200 demandas en los tribunales de La Plata) que dicen ser víctimas de distintas enfermedades como consecuencia de la actividad de la mencionada fábrica (por ejemplo, cáncer). 

En 2008, la Suprema Corte de Justicia bonaerense dejó firme un fallo de la Cámara Civil y Comercial de La Plata y ordenó indemnizar a 47 personas afectadas por la contaminación que viven en el barrio Campamento de Ensenada,  a 30 metros de la planta de Copetro.

Bidegain aseguró a Hoy que su estudio ya fue publicado en revistas científicas internacionales, pese a lo cual jamás fue contactado por la empresa, como tampoco por el gobierno.

Estudios coincidentes

De forma similar al estudio de Bidegain, se difundió una investigación realizada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, que también había alertado por la contaminación de Copetro. “El radio de influencia de las emanaciones tóxicas de carbón de coque de la empresa Copetro alcanza dos kilómetros a la redonda. Se observa entonces, que la exposición a las emanaciones de Copetro alcanza a los habitantes – y sus bienes – localizados en el Área Centro de la planta urbana de Ensenada, donde se asienta una parte importante de la población del Partido”, dice la investigación que tuvo, entre sus integrantes, a Néstor Bono, exdecano de la Facultad de Arquitectura. El informe también determinó el alcance que podría llegar a tener una explosión en la refinería (ver página 4). “Nosotros hemos investigado también la problemática de las 

inundaciones. Siempre intentamos transferir todas nuestras conclusiones. Lamentablemente, en este tipo de cuestiones, no hay mucho eco en la política. Tanto el gobierno provincial como municipal deberían evitar que avancen las urbanizaciones en torno a este tipo de complejos industriales. Si no se actúa ahora, luego puede ser demasiado tarde”, dijo Bono a Hoy.  

Fuentes cercanas a Copetro afirmaron a nuestro diario que desconocen los informes y no van a emitir opinión al respecto.

YPF en la mira

En el caso de la Refinería YPF, la situación es aún más grave. Tal como lo viene informando Hoy, tras el incendio del 2 de abril de 2013 que casi hace volar por las aires a parte de Ensenada, Berisso y La Plata, la Corte Suprema dejó firme un fallo para que la petrolera indemnice a familias cuya salud fue afectada por la con­ta­mi­nación. Y ordenó que se inicien obras para mitigar los efectos de la actividad del polo petroquímico. Pasó un año y las obras brillan por su ausencia.

Lejos de defender los intereses de los vecinos, los intendentes Mario Secco (Ensenada) y Enrique Slezack (Berisso) decidieron tranzar con todas estas empresas. Se habla de convenios económicos no del todo claros, como así también de la realización de obras de menor envergadura por parte de las empresas, como plazas, bibliotecas escolares y asfaltado de calles: en fin, pantallas para ocultar la realidad. 

Factores estructurales de la contaminación

 "Ensenada tiene muy poca superficie apta para poder asentar una población como la que hoy tiene y más aún una actividad industrial. Tal es así que la planta termoeléctrica de generación de energía que esta sobre la diagonal 74 ha sido construida sobre un depósito de material que proviene de otros sectores topográficamente más altos, y que corresponden al partido de La Plata”, le dijo a Hoy el director Centro de Investigaciones en Suelos y Agua de Uso Agropecuario de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP, Martín Hurtado.

Además, agregó: “Si a un técnico le preguntan, le diría que Ensenada no tiene condiciones para instalar fábricas. Esa superficie naturalmente se inunda. Ensenada es un partido que tiene un sector que es un albardón costero que es el que tiene la cota más elevada. Después todo lo demás está por debajo de la cota de cinco metros. Estas condiciones, cuando se produce un derrame de petróleo o un derrame de un derivado de hidrocarburo, es difícil de ser eliminada porque está en suelos hidromórficos, que tienen el nivel freático muy cercano a la superficie o en superficie, y que además pueden verse afectados en algunos casos por la crecida propia del río".