Obispos de todos el país cuestionaron a YPF por la contaminación en Vaca Muerta

Obispos patagónicos y de otras regiones petrolíferas se reunieron ayer en la UCA de Puerto Madero y convocaron a Miguel Galuccio (y su tropa) para escuchar los planes de extracción de hidrocarburos no convencionales de YPF. En el salón Cardenal Pironio del Edificio San José, la extracción de “shale oil” de Vaca Muerta fue el centro de la discusión.

Lejos de ser un paseo para el CEO y su gente, hubo preguntas fuertes sobre la viabilidad del fracking. María Eugenia Di Paola, asesora del obispado de Gualeguaychú y hermana del padre “Pepe”, quiso saber la relación costo-beneficio para las provincias, si existe un marco legal específico para combustibles no convencionales y cuál es la situación de las poblaciones que ya han comenzado manifestar su inquietud. Los directivos de YPF admitieron que n o existe esa legislación aunque la empresa ya utiliza el fracking al que llama “estimulación hidráulica”.

La carta más fuerte fue la del asesor de la diócesis de Neuquén, Antonio Gustavo Gómez, quien además es fiscal general de la Cámara Federal de Tucumán. Gómez recordó las causas penales por contaminación ambiental ante el fracking en Neuquén, San Rafael, Comodoro Rivadavia y la demanda de Asupa una organización patagónica por US$ 500 millones, que está en manos de la Corte Suprema y de la que, afirmó, “YPF no se hace cargo”.

Agregó que las consecuencias de ese tipo de explotación “ son insoportables para el ciudadano de a pie que vive en esas regiones”. Los funcionarios respondieron algo airados: “Esa es una descripción política y, aunque es cierto que no vendemos agua mineral, nos haremos cargo cuando la Corte Suprema decida sobre el reclamo de Asupa”.

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