PAMI: 400.000 muertos y un fraude de más de mil millones de pesos

La fiesta de la corrupción que se vivió durante el kirchnerismo, tuvo uno de sus principales capítulos en el PAMI, la obra social de los jubilados y pensionados, que fue vaciada transformándose en un caja negra de los seguidores de Cristina Kirchner para financiar su militancia política.

Según indican las auditorías que implementó ni bien asumió el cargo el nuevo interventor del instituto, Carlos Regazzoni, durante el kirchnerismo se falsearon las identidades de más de 400.000 jubilados, lo que representa casi el 10% del total de sus afiliados, con lo cual se realizó un monumental fraude por más de mil millones de pesos.

El proceso seguido por los hombres ligados al kirchnerismo era muy sencillo: no le daban de baja a los muertos de la Anses, y aprovechaban el descontrol reinante en los papeles del organismo para seguir comprando servicios, con una gran mafia de los medicamentos que vendían en el mercado negro, logrando así ganancias millonarias.

Esto llevó a que no se llevaran adelante las prestaciones para los más viejos, que vieron así como las sillas de rueda, los remedios, el oxígeno o las prótesis les eran negados, mientras un par de vivos ligados a la dirigencia K hacían negocios millonarios a sus espaldas, lo que llevó a la muerte a cientos de personas ante la desidia mostrada por el kirchnerismo.

Si bien el PAMI siempre fue usado como una caja negra de la política desde su creación en 1971, el kirchnerismo llevó el sistema al máximo, al utilizarlo como prestamista para sus acciones de gobierno o en una agencia de trabajo para cobijar a militantes de La Cámpora, cometiendo un desfalco hacia los verdaderos dueños de la obra social: los jubilados y pensionados.