Scioli: no es una asignatura pendiente lo que no se hizo

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Si Evita viviera no sería ni yanqui ni marxista, sería peronista.

Scioli evidentemente no ha profundizado en la rica historia de la "madre de los humildes", de los llamados "cabecitas negras". Ella, con sus apenas 30 años dio todo, que fue "su vida", para que aquellos que nunca tuvieron nada, fueran incluidos en el trabajo y en la cultura.

Ella renegó siempre de la dádiva, renegó siempre de la estéril ayuda social, y bregó para que siempre hubiera un camino claro hacia las fuentes perfectas del trabajo.

La frase más fuerte del general Perón era: "cada argentino debe ganar por lo menos con su trabajo, lo que consume"; y no eran palabras vanas, significaban progreso. De hecho, el fuerte movimiento obrero de los añós 50 posibilitó el nacimiento de la clase media y la posibilidad cierta, sin fantasía, de "mi hijo el doctor". Esto no es un simple relato histórico, marcó y marca un modelo que años después no llegó a estar en el contexto internacional como séptimo u octavo país en el mundo en cuanto a crecimiento exponencial.

Scioli no debe simplemente una asignatura pendiente; en los once años del kirchnerismo, que él acompaño, no se creó trabajo genuino, no se fortalecieron las posiblidades reales para salidas laborales, fortaleciendo las pymes; no se fortaleció la salud como fundamento primario del ser humano; tampoco la escuela pública, e incluso esta se degradó todos estos años -muchas notas en nuestro diario lo reflejaron-.

Gobernador Scioli: la violencia no es producto de una maldición satánica, ni evangélica; es producto de la cantidad de cientos, miles y millones de argentinos que no acceden a un plato de comida diario, y eso ya no es una asignatura pendiente, eso tiene un nombre que hemos usado, que es una mala palabra, pero viene perfecto para sus declaraciones.