Sin bancos ni transporte público: se viene un nuevo paro nacional

Se realizará el próximo martes, en la previa de los feriados de Semana Santa.  Es en reclamo para que el gobierno kirchnerista modifique el impuesto a las Ganancias. Crece el conflicto social

La decisión del gobierno nacional de modificar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, un gravamen que como consecuencia de la inflación afecta cada vez a más asalariados, generará que el próximo martes haya un paro general que podría tener un impacto muy importante, en la previa de los feriados por Semana Santa. Ocurre que ayer anunciaron su adhesión a la medida de fuerza La Bancaria y la Unión Tranviaria Automotor (UTA). Esto se traduce en que el próximo martes no funcionarán los bancos como así tampoco los trenes y el transporte automotor de pasajeros de corta, media y larga distancia.

Asimismo, la situación afectará jubilados bonaerenses, beneficiarios del Instituto de Previsión Social, que la semana próxima deben comenzar a percibir el aumento acordado en las últimas elecciones paritarias. En tanto, se teme que el miércoles 1º de abril, que será el último día hábil de la semana, se genere una situación de colapso en los bancos y haya problemas con la recarga de cajeros ante la gran demanda de los empleados públicos (el miércoles comienza el cronograma de pagos de estatales) y de otros ciudadanos que deberán retirar dinero para afrontar el fin de semana largo.

En retiradas ocasiones, en las páginas del diario Hoy, alertamos que el simple hecho de considerar al salario como “una ganancia” es una contradicción en sí misma, una verdadera aberración jurídica. En rigor, “la ganancia” o plusvalía es lo que obtiene el empleador producto del trabajo de su asalariado, y como tal abona impuestos por dicho concepto. En otras palabras, el Estado termina haciendo una doble imposición que recae con mayor peso, principalmente,  sobre la clase media.

"La Unión Tranviarios Automotor se adhiere a la medida del 31 de marzo porque, lamentablemente, en el Gobierno no hemos encontrado ninguna solución; así que está confirmado", dijo el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández.

El paro nacional es promovido por los gremios del transporte con la adhesión de la CGT y CTA opositoras, con lo que se sentirá también en hospitales públicos y estaciones de servicio.

En este sentido, el líder del gremio de transporte La Fraternidad, Omar Maturano, prometió una huelga "a gran escala", mientras que Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca, postergó su definición hasta los próximos días.

Se suma Moyano

Por su parte, la CGT opositora liderada por Hugo Moyano se sumó al paro nacional. Moyano reiteró que "el eje" del paro nacional , que coincidirá con el dispuesto por los gremios del transporte, "es Ganancias, pero también los demás reclamos como el aumento a jubilados, la seguridad y la inflación". Hizo estas declaraciones luego de encabezar un plenario de secretarios generales en la sede sindical de calle Azopardo 802, en Capital Federal. Del cónclave participaron además de Moyano, Guillermo Pereyra (petroleros), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Amadeo Genta (municipales), Gerónimo Venegas (UATRE), Abel Frutos (panaderos), Jorge Pérez Tamayo (pilotos), Julio González Insfrán (capitanes y oficiales navales), Ricardo Epelbaun (señaleros) y Domingo Pereira (ceramistas), entre otros.

Al término de las deliberaciones, Moyano marcó diferencias con el paro convocado por los gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo para ese mismo día: "Nosotros convocamos a un paro nacional de todos los gremios, mientras que el de los gremios del transporte, al que yo pertenezco, es un paro sectorial".

Acerca de la profundización del plan lucha contra el gobierno, fuentes de la CGT opositora indicaron que "se viene un paro de 36 horas con movilización porque el gobierno hace oídos sordos de los reclamos que venimos haciendo".

En ese marco, Moyano se manifestó "preocupado" por la inseguridad y se quejó porque pese al aumento de efectivos policiales en las calles el "flagelo sigue azotando a la gente". Se prevé que al paro del martes, al tener la adhesión de los gremios del transporte, tenga un impacto muy similar al registrado el 10 de abril del año pasado, cuando miles y miles de personas a lo largo y ancho del país no pudieron moverse de sus casas por las medidas de fuerza.

Las excusas de Randazzo

Ayer, cuando se conoció el paro, al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se le borró la sonrisa. Y no tuvo mejor idea que intentar que salir al cruce de los sindicalistas con mentiras que forman parte del relato K. Por ejemplo, afirmó: "estamos agotando las instancias para que no haya paro. El último camino tiene que ser ese, sobre todo en un área donde el gobierno nacional hizo un enorme esfuerzo compensando tarifas, incorporando este proceso de transformación en materia ferroviaria y renovando el parque de transporte automotor".

Además, Randazzo pidió que la dirigencia sindical "recapacite, se abra al diálogo y la negociación para encontrar un camino de reclamo alternativo que evite el conflicto" que afectará a miles de personas.

Es cierto que el paro afectará a los trabajadores, principalmente. Pero ello es una consecuencia de la decisión del gobierno de no modificar un impuesto que, precisamente, recae con mayor fuerza sobre los asalariados. Pero aún: mientras que cada vez más trabajadores tienen que pagar este gravamen, los bancos siguen sin pagar un peso por la fabulosa renta financiera que obtienen y algo similar ocurre con el negocio del juego, donde un pequeño grupo de empresarios –encabezados por Cristóbal Lopez- tienen el control de miles de máquinas tragamonedas que deberían estar a cargo del Estado.