Tras el balotaje, La Cámpora copó los registros del automotor

Lograr tener un registro del automotor le genera a su titular una fuente de ingresos envidiable. En los últimos cuarenta días de la gestión K, integrantes de la agrupación política La Cámpora cubrieron más de treinta vacantes como directores de esos organismos, entre intervenciones –la modalidad más aplicada en los últimos años– y concursos largamente demorados. Aunque la herencia incluye otras irregularidades más graves: hay unos 50 directores de registros que no cumplen con los requisitos legales para esa función.

Todas las maniobras se efectivizaron desde la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia de la Nación con la responsabilidad exclusiva del camporista  Julián Álvarez. Durante esa gestión, la agrupación juvenil pasó a controlar la Inspección General de Justicia, el Registro de la Propiedad y el Automotor.

En los dos primeros, aplicó un cepo informativo para frenar toda la información sensible contra el gobierno, funcionarios o sus aliados. Y en el Automotor, el daño fue menos visible, aunque no menos efectivo. Álvarez puso a manejar la codiciada DNRPA, la Dirección Nacional de Registros Nacionales del Registro Automotor y Créditos Prendarios, a Mariana Aballay, una militante camporista. Se fue con varias denuncias judiciales por algunas de las irregularidades que se describen en esta crónica. Luego vino David De Lio.

A lo largo de esos años, se priorizaron las intervenciones por sobre los concursos. La “celeridad” no alcanzó a corregir los problemas y se llegó a un récord negativo de casi la mitad de los registros vacantes.

“Hay unos 50 directores de registros que no cumplen con los requisitos legales. Son varios: ser abogado, escribano o contador; no tener otro cargo público; y contar con solvencia económica (para responder por los daños y perjuicios que puede ocasionar), entre otros.

La nueva gestión promete cambios en el corto plazo. “A partir de abril vamos a concursar unos 150 registros, en algunos hay intervenciones de varios años avaladas por la Justicia”, dijo ayer el nuevo subsecretario de Asuntos Registrales, Martín Borrelli.

En el Registro Automotor también hubo nombramientos motorizados por los resultados electorales. En los primeros días de noviembre se registraron un total de 12 intervenciones. Y a partir de 22 de ese mes, fecha del balotaje, se entregaron, bajo la misma modalidad, otros nueve registros de Avellaneda, Santa Fe, Neuquén, Mercedes y Capital Federal, entre otras ciudades.

La respuesta está en los números: en la actualidad un “buen” registro deja entre 60 y 80 mil pesos mensuales limpios.

Las nuevas autoridades están revisando los últimos nombramientos y al mismo tiempo analizan nuevas medidas para mejorar el servicio que brindan los registros. “Tenemos que agilizar y modernizar el procedimiento para que algunos trámites se puedan hacer vía web antes de llegar al registro”, adelantó Borrelli.