Cayó el presunto asesino del universitario

Los restos de Hernán Páez la Valle, el joven de 22 años apuñalado en el corazón en el barrio El Mercadito, fueron inhumados.  En tanto anoche el presunto homicida fue detenido en 510 y 143. Se trata de un joven de 19 años

La congoja, el dolor y el sufrimiento de la familia de Hernán Páez la Valle, el estudiante de 22 años asesinado brutalmente de una puñalada en el corazón durante la noche del miércoles a metros de su casa, en 120 entre 526 y 527, en el barrio El Mercadito, se trasladó de la sala velatoria al cementerio de nuestra ciudad, donde ayer inhumaron sus restos ante muestras de terrible pesar. 

En tanto, anoche, cerca de las 23, fue detenido en 510 y 143 el presunto homicida, quien fue identificado como Nicolás Damián Bustamante.

El demorado deambulaba por la calle y se mostró vencido cuando lo atraparon. Es que los detectives de la DDI La Plata y de la comisaría Sexta lo habían buscado en su casa de 525 y 118 bis y en fincas de sus familiares en la localidad de Melchor Romero.

Los pesquisas llegaron a él por las declaraciones de testigos y por los dichos de la novia de Bustamante, la que habría recibido la confesión de que “se había mandado una cagada”.

Acorralado, el joven,  quien trabajaba como empleado en un almacén, según su familia, estaba pensando en entregarse.

Bustamante tendría antecedentes penales y ahora los investigadores están a la búsqueda del arma homicida. Por la herida que provocó, todo indicaría que fue una punta, un hierro afilado, conocido como una faca.

El móvil, para los pesquisas sigue siendo el robo. Como el estudiante de ingeniería electrónica no tenía objetos de valor encima, salvo el celular de la empresa donde trabajaba, el delincuente, al parecer drogado y borracho,  enfureció y le tiró una puñalada.

El filo del arma blanca ingresó con fuerza por debajo de la tetilla izquierda de Hernán, y lo atravesó.

Dos jefes policiales de la comisaría Sexta contaron ayer que fueron ellos los que llevaron en un patrullero a Páez la Valle al Hospital Rossi, pero en el trayecto, la víctima permaneció con los ojos abiertos pero no pudo contestar ninguna pregunta.

Como parte de la investigación, se analizaron ayer las cámaras de seguridad de la zona pero no hay imágenes nítidas.

En tanto,  Carlos Páez, el padre de la víctima, jamás se imaginó que iba a pasar por este momento tan trágico, que cambió su vida y la de toda su familia. En diálogo con Trama Urbaba, el mecánico chapista dijo que uno “nunca se prepara para la muerte de un hijo” y afirmó que aún “no sale del shock. Fue un golpe muy fuerte. Falta un integrante en la mesa, su lugar queda vacío y es muy doloroso, penoso”. 

A la eternidad con la camiseta del Lobo

Hernán era fanático del Lobo y eso lo llevó a estar a punto de jugar en las inferiores del club de sus amores, algo que finalmente no pudo concretarse, y Carlos, su padre,  explicó los motivos: “no nos daban los tiempos para que pudiera dedicarse bien.  Jugaba de tres, lateral izquierdo, y se destacaba. Por eso, por la posición, su ídolo era (Lucas) Licht. Lo elogiaba mucho”. 

En el recuerdo del padre quedará la habitación del joven, pintada toda de azul y blanco. Pero el hombre quiere ir más allá. “Tenemos la ilusión de que los jugadores de Gimnasia lleven alguna leyenda en su camiseta o en una bandera, haciendo mención a Hernán, que se lo homenajee. Deseamos que eso pueda pasar mañana (por hoy), en el clásico contra Estudiantes, para que no pase tanto tiempo”. 

Por último, el padre de Hernán (quien vivía con su madre y dos hermanas, una mayor y otra menor) contó que al estudiante lo enterraron “con una camiseta de Gimnasia” en el ataúd.