Por el "Profe" Cródoba

Calavera no chilla…

Tras la eliminación contra el Santos, se acrecentó la crisis en Boca y los jugadores perdieron la confianza en el técnico. Riquelme le soltó la mano y todo parece estar sujeto al resultado de la final contra Banfield.

A mi me tocó trabajar como profe con tres técnicos. Uno de ellos fue Miguel Russo, con el que trabajé cinco años en Lanús y un año y medio en otro equipo como fue Estudiantes.

Ese técnico tenía una manera de manejarse y siempre fue fiel a ella. Todos nos matábamos en el campo de juego entrenando, nos quedábamos fuera de hora practicando y trabajando. Todos nos ganábamos el aprecio de los jugadores y de los hinchas; todos llegábamos al vestuario destrozados por el esfuerzo. Todos menos él.

Él consideró siempre que lo más importante era trabajar de saco y corbata en los círculos de poder. Por eso, este técnico en cuestión tenía grandes contactos a nivel político, empresarial y dirigencial, y también contactos en la Conmebol. A su vez, tenía un modus operandi que era el siguiente: se llevaba bien con el núcleo de poder. Los dirigentes y los jugadores de mayor edad que le manejaban el grupo, la camarilla. Entre los dirigentes y algunos jugadores grandes con él manejaban todo. ¿Qué paso ahora en Boca?

En su primer etapa como técnico, Russo le dejó hacer a Riquelme lo que quería en 2007. Por eso hoy, que Riquelme es el que maneja todo el fútbol, lo llevó a él. El equipo de Boca del 2007 no seguía al entrenador, sino más bien al que hoy es el mánager de fútbol de Boca, es decir Riquelme. ¿Qué raro que apenas asumió Román, al primero que llamó es a Russo no? ¿Qué condiciones le habrán puesto a Russo para hacerse cargo de este equipo de Boca?

Yo creo que esta vez, por primera vez en varios años de su trayectoria, le salió el tiro por la culata. Siempre se manejó bien con los referentes y los dirigentes, pero esta vez la Secretaría de Fútbol de club, con el mismo Riquelme que él empoderó, lo obligó a echar jugadores. Tales fueron los casos de Pol Fernández, luego Buffarini, más adelante Cardona. Y en el medio no pudo controlar a Fabra, mientras que a Villa y a Salvio los hizo correr hasta su propio arco al mejor estilo Alfaro.

¿Por qué digo que esta vez le salió el tiro por la culata? Porque ahora, los mismos dirigentes o personas fuertes del fútbol en los clubes que le tocó trabajar, que tenía “comprados” (vaya a saber uno si solo por compromisos verbales o de otro tipo) y eran incondicionales, en Boca se le dieron vuelta los referentes de la Secretaría de Fútbol.

Riquelme no fue incondicional tras la eliminación con Santos, y todos los que dirigimos sabemos que si un entrenador pierde el poder, el jugador ya no cree, no respeta y cambia su punto de vista. Y ahí se rompe todo.
Cada vez que los grupos y los jugadores se dieron cuenta de cómo era este entrenador, se le pusieron de traste. Y cuando se dieron cuenta de cómo era, lo bancaban.

Russo siempre se manejó así. Ahora, calavera no chilla…

(*) Director técnico y expreparador físico del cuerpo técnico de Miguel Russo en Lanús y Estudiantes

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