Con la frente bien alta

Juan Martín del Potro dio pelea hasta el último minuto, pero cayó de pie en la instancia decisiva ante el británico Andy Murray por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5. El tandilense se quedó con la medalla de plata

Orgullo, reconocimiento y merecida ovación. Cuando el himno del Reino Unido sonaba, mientras se izaban las banderas en el podio, el grito inmortal de “Delpo... Delpo...” resumió el final de una historia que pudo terminar con el oro, pero acabó con la medalla de plata para el mejor tenista argentino del momento. 

Sí, porque aunque el ranking del  ATP indique lo contrario, estos Juegos Olímpicos sirvieron para recuperar a la Torre de Tandil, que estuvo fuera del circuito por dos años, y tuvo un regreso paulatino en lo que va de 2016. 

“Se lo dedico a todos los que estuvieron conmigo cuando pensé en retirarme del tenis”, susurró entre lágrimas de emoción el tandilense. 

Los fantasmas de la lesión en la muñeca y los presagios inexactos de algunos expertos en este deporte se fueron cayendo con las victorias ante Djokovic y Nadal. 

Juan Martín del Potro está de vuelta y en el club Independiente de Tandil levantan la bandera de la esperanza para la llave con Gran Bretaña, en la Copa Davis. 

El 5-7, 6-4, 2-6 y 5-7 de una final que se extendió por cuatro horas demostraron que Delpo está listo para grandes desafíos. 

Entre 2014 y 2015 solamente disputó catorce partidos. Luego de tres operaciones en la muñeca derecha, Delpo estuvo a nada de tirar la toalla. Sin embargo, la vida le dio otra oportunidad. 

Su vuelta a los circuitos no fue para nada fácil. La inactividad le pasó factura en los primeros encuentros, por lo que creó una cierta incertidumbre sobre su futuro. Su mayor prueba fue el regreso a la selección nacional para disputar la Copa Davis, en donde supo guiar a la Argentina a semifinales de este prestigioso torneo. 

Su confirmación en los Juegos Olímpicos fue muestra de que Delpo podía dar más. A escasos meses del regreso, era poco menos que un delirio suponer que eliminaría a Novak 

Djokovic en la primera ronda y le arrebataría a Rafael Nadal la ilusión de su segundo oro en individuales. 

Del Potro está de vuelta y sacó a relucir toda su técnica. Esa que alguna vez lo llevó a estar entre los mejores.