Con puntaje ideal, logró una clasificación teñida de Rojo y blanco

Por Juan Pablo Ferrari
Enviados especiales a Brasil 2014

Emulando al Tata Brown en la final del Mundial de México ’86, Marcos Rojo le dio el gol de la victoria a la Selección argentina, que se impuso 3 a 2 contra Nigeria. Messi se consolida como el mejor jugador de la Copa del Mundo

En el país del “jogo bonito”, la Selección argentina le rinde tributo al resultadismo. Tiene “bidón”, como dirían en Estudiantes. Y le alcanza para sobreponerse a los contratiempos que depara el destino. 

A esta altura ya logró más que Brasil y Alemania, que dejaron puntos en el camino y no pueden cerrar sus zonas con puntaje ideal. Pero también sigue teniendo al mejor jugador del mundo, que con cada gol incrementa la preocupación del país anfitrión. 

¿Es necesario exigir un poco más? 

Argentina volvió a jugar como lo había hecho con Bosnia e Irán. Sin embargo, encontró más espacios en el ataque, producto de que los africanos adoptaron una posición más ofensiva que los anteriores oponentes. 

Demostró que es un equipo temible que muy fácilmente logra complicar a cuanto rival tiene enfrente. Pero también arrojó una imagen muy pobre en el mediocampo, que tuvo su correlato en el trabajo defensivo por el sector derecho de la cancha. 

Gago, más armador que contenedor, no siente la marca como Mascherano, que además de estar muy sólo en la mitad de la cancha, tiene altibajos y sigue perdiendo pelotas de manera preocupante. 

Di María no cumple las funciones de carrilero, y cada vez que atacó Nigeria la defensa quedó muy expuesta. 

A excepción de Marcos Rojo, que terminó marcando el gol del triunfo, el resto de los componentes de la última línea no terminan de conectarse con Romero. Esto quedó reflejado en el primer gol de Ahmed Musa (luego de una contundente definición de Messi a los dos minutos), que disparó las protestas del arqueros con sus compañeros. 

El equipo de Sabella contabilizó siete situaciones claras de gol en el primer tiempo. No obstante, por momentos carece de un nexo conector entre la defensa y el ataque. 

Una vez más, cuando el partido comenzó a complicarse, una individualidad de Messi colgando la pelota en el ángulo en el último minuto de la primera mitad, le permitió al equipo de Sabella irse al descanso ganando. 

Ya en el complemento, los desajustes entre Gago y Mascherano con los defensores volvieron a repetirse, permitiendo que los africanos ganen confianza y se animen a buscar la igualdad. Algo que llegó muy rápido, cuando Musa se filtró entre los centrales y definió sólo ante Romero. 

El aprovechamiento eficiente de las jugadas con pelota detenida le permitió a la Selección abrir el camino del triunfo, ya encontró en Marcos Rojo al defensor que promete seguir los pasos de Ruggeri o el Tata Brown en la Selección nacional. 

Alejado de cualquier sobrevaloración, el representante platense sepultó cualquier crítica previa a la Copa del Mundo, con dos actuaciones destacadas en los últimos dos encuentros. En el de ayer, en efecto, aportando el gol de la victoria. 

Lo cierto es que la Selección volvió a ganar y logró lo que otras potencias no pudieron hacer cuando ya se jugó más de la mitad del Mundial. Ganó la zona con puntaje idea y ya es observada por todos como uno de los principales candidatos. 

Ahora se viene lo mejor…

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