Detalles de lo que sucedió en el partido de San Carlos

Un episodio lamentable se vivió el pasado sábado en la región, más precisamente en Berisso, donde Villa San Carlos tuvo su debut en el torneo Apertura de la Primera B Metropolitana. Todo era una fiesta, pero de un momento a otro, y de forma sorprendente, lo que era puro festejo terminó siendo una pesadilla.

Por el hecho se identificó a un menor, de 8 años, que se encontraba con su padre, el cual fue demorado en la Comisaría Segunda de la ciudad.

“Lo lamentamos por todos los que trabajaron todo este tiempo para hacer un club mejor en todo sentido y por todos aquellos socios e hinchas que vinieron a ver, disfrutar y cantar con familia y amigos. No alcanzan las palabras para expresar semejante indignación y tristeza”, manifestaron en un comunicado desde la entidad berissense.

Lo concreto y llamativo del caso es cómo fallaron los servicios de seguridad para permitir que un chiquito pueda pasar un elemento riesgoso y, ante un descuido, meterlo en el campo de juego, sin tener en consideración (lógicamente, es un niño) que podría haber provocado una tragedia.

Ahora desde el Celeste aguardan por el fallo del Tribunal de Disciplina de la AFA, ya que se espera una dura sanción. Lo más probable es que el equipo tenga que jugar a puertas cerradas por algunas fechas, lo que es un perjuicio muy grande.

El jugador aturdido de Cañuelas no corre peligro

En cuanto a la salud del futbolista de Cañuelas, Lucas Suárez Costa, el rival de San Carlos del pasado sábado que tuvo que ser hospitalizado en Berisso, luego de sufrir el impacto de un petardo, por ahora hay tranquilidad, ya que recibió el alta médica.

Desde la entidad emitieron un comunicado en redes manifestando que “tras el reposo, se le realizará una audiometría para comprobar si le quedó alguna secuela en el aparato auditivo”. De esa forma, el joven debe esperar pero no corre peligro.