En un contexto de trámite parejo y mediocre, el 0-0 del final estuvo bien para los dos equipos, que no supieron definir las jugadas que se les presentaron.
Por Daniel “Profe” Córdoba
Gimnasia salió a jugar el partido con un 4-4-2. Colón puso el mismo esquema, pero con un rombo en el mediocampo que hacía que se rotaran algunos jugadores.
El Sabalero estrenó director técnico. Habiendo estado en ese banco de suplentes, me pregunto: ¿será que algunos técnicos pagan para que una vez que los echen de un club les den otro al instante…? ¿O tendrán un empresario “maneja- todo”?
Lo cierto es que dentro de la cancha el partido fue parejo y por momentos mediocre.
Romero y Goltz fueron las figuras solo por estar atentos a los pelotazos del rival.
El doble 5 con Cardozo e Insaurralde, m´´as Alemán por banda derecha no resultó. A pesar que Colón tuvo ahí a un flojísimo Ojeda.
Germán Guiffrey estuvo bien, salvo una jugada sobre el final del primer tiempo en la que se durmió.
Matías Melluso estaba cumpliendo, pero el aductor le dijo basta. Enrique pasó siempre al ataque y llevó peligro por la derecha, pero no alcanzó.
Los Sabaleros, con semejantes nombres en el ataque, no hicieron nada de nada. Ni ímpetu.
Para el segundo tiempo Gorosito cambió y mandó a Alemán por adentro y a Domínguez por afuera.
El árbitro no cobró lo que hubiera sido un dudoso penal para el Lobo luego de que Eric Ramírez se perdiera una clara chance de resolver y poner arriba a su equipo.
Lo mejor que hizo Soldano fue dejarle servida la definición a Eric Ramírez en una jugada que llegó a pocos minutos del final y que terminó achicando el arquero de Colón.
Sosa volvió a errar y el arquero Chicco de Colón se convertía en figura. Wanchope tampoco pudo definir cuando tuvo su chance en el final y fue un lastre para los santafesinos.
El 0 a 0 del final estuvo bien para los dos.