A 51 años de la Copa que se ganó a lo guapo y con boxeadores en el mítico Centenario
El clima era muy hostil, ya que Peñarol era considerado mucho más que un grande de Uruguay: el equipo guapo y uno de los más poderosos de Sudamérica.
estudiantesDiego Roldán, el joven boxeador de Ensenada que se encuentra en plena recuperación tras una lesión, habló en exclusiva con diario Hoy sobre sus comienzos, el recuerdo del título conseguido en el exterior y la fuerza de superación para nunca abandonar la disciplina que tanto ama.
27/05/2021 - 00:00hs
Jornada fría en la región y poco movimiento en las calles debido a las últimas restricciones. Suena el teléfono en Ensenada ante el requerimiento de El Clásico. Allí se encuentra Diego Roldán, el boxeador de 21 años del que habla la ciudad. Comienza un lindo ida y vuelta donde se tocan varios temas pero siempre con un denominador común: sacrificio.
El joven se encuentra recuperándose y transitando una rehabilitación por padecer una tendinitis en ambos hombros, porque además del deporte, realizaba trabajos de albañil junto a su padre, lo cual hizo que se lesione. Una historia de lucha y superación que merece ser contada.
—¿Cómo empezó tu pasión por el boxeo?
—Mi pasión por el boxeo viene de familia, crecí viendo pelear a mi viejo. Siempre me gustaron los deportes de contacto y luego de pasar por varios gimnasios, llegué al centro de entrenamiento Montaña, lugar en el que pude desarrollar el amor por este deporte y donde sigo actualmente.
—Con tan solo 18 años lograste tu primer título internacional en México. ¿Qué significó ese logro y en qué te ayudó para lo que siguió?
—Ganar esas dos peleas fue algo grandioso, más por el contexto internacional. Una emoción muy grande para todo mi equipo, que la lucha día a día. Esos combates fueron claves para que en 2019 me llegue la invitación de pelear en Los Ángeles. Se nos abrieron puertas que en la previa eran impensadas.
—Además del boxeo, durante el día ayudas a tu papá en el trabajo y eso te trajo algunas complicaciones físicas. ¿Cómo es tu día a día?
—Le doy una mano a mi viejo en las obras desde chico. El mal esfuerzo en el trabajo quizás ayudó a que me termine de lesionar, sufriendo tendinitis en ambos hombros. Trabajaba de lunes a viernes hasta las cinco de la tarde y de ahí me iba a entrenar hasta las diez de la noche, así todas las semanas. Y el cuerpo me pasó factura. Gracias a Dios pude conseguir otro trabajo, actualmente estoy en el polideportivo de Punta Lara en el área de mantenimiento.
—La gente te ayudó en diferentes momentos para juntar fondos y competir. ¿Cuál es el próximo objetivo deportivo y con qué recursos deberías contar? ¿Tus redes sociales así te pueden contactar?
—La gente de Ensenada me ayudó siempre, no tengo más que palabras de agradecimiento. Para el viaje a Los Ángeles, mi tío y mi tía hicieron unas rifas, mis compañeros del gimnasio y mi equipo se pusieron a organizar peñas solidarias. El municipio también me ayudó en su momento con los pasajes. Hoy en día estaría necesitando sumar sponsors para afrontar los gastos que tiene un boxeador, son muchas cosas para quien se quiere dedicar profesionalmente a la disciplina. Me pueden contactar por cualquiera de mis redes sociales.
—Para muchos especialistas sos la promesa del boxeo en la región. ¿Qué te genera escuchar eso?
—Me genera mucha emoción, es algo lindo escuchar eso y sin dudas me motiva a seguir luchando por mi sueño. Ojalá pueda mantener mi boxeo y que la gente siga pensando eso de mí.