El Lobo de Chirola demuestra que puede

Por Daniel “Profe” Córdoba

El fútbol es el deporte más hermoso del mundo y la victoria de Gimansia ayer en el Bosque lo dejó en claro. Por lo sorpresiva, pero también por lo merecida.

Lanús no entró al campo en el primer tiempo hasta los 35 minutos. Todo, pero todo, era del local. Ritmo, intensidad, precisión, despliegue, pero por sobre todas las cosas las llegadas peligrosas. Durso de espectador. Todo absolutamente todo del Lobo.

No tuvo chances claras de gol. Me atrevería a decir que ni una. Pero por todo el mérito anterior los dirigidos por Chirola Romero debieron irse arriba en la primera etapa. Solo se emparejó algo en los últimos 10 minutos. Se paró un poco Gimnasia. Avísenle a los Granates del sur y a su entrenador que el partido ya había empezado hacía 40 minutos. A pesar de la última jugada y el casi gol de Lanús a los 44 minutos, muy buenos 35 minutos del triperaje.

En el segundo tiempo la cosa se emparejó, Gimnasia perdió un poco la pelota en lo que parecían ser unos desacertados cambios de Chirola Romero metiendo a Comba y a Mamut. Por su parte, Mammini demostraba claridad, debió ingresar antes por un Lescano que no tuvo su mejor tarde.

Durso monumental, atajada de arquero de jerarquía cerca del final. Se venía el Granate, pero no era certero y chocaba con el arquero. Cuando se jugaban dos minutos del adiocional, centro de Bolívar y gol de Comba. Ganó Gimansia y lo hizo bien. Festejó el Bosque.